Una de las peores caras de la inflación: vuelve a bajar el consumo de carne

La inflación sigue siendo la principal problemática del país en el plano económico. Tras el pico de 6,7 por ciento de marzo, abril marcó un seis, según el INDEC. De esta forma, en el primer cuatrimestre del año, la escalada de precios acumuló un 23,1 por ciento, aunque el rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas empujó el promedio, con un 23,1, en el mismo período. En ese marco, días atrás, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) dio a conocer un informe que da cuenta de que, en marzo, el consumo del alimento siguió bajando y llegó a 47,7 kilos por habitante por año, lo que significa una caída interanual de 2,7 por ciento. No obstante, la baja es del doce si se compara con el 2019.

En diálogo con Radio Universidad, el secretario general del Sindicato del Personal de Frigoríficos de Carnes de Capital Federal y el Gran Buenos Aires, Gabriel Vallejos, se refirió a la problemática y su impacto en los hogares: “Hay una merma en el consumo de carne, los valores históricos per cápita han bajado muchísimo”. Desde su punto de vista, la disminución en el consumo de carne “tiene que ver un poco con que hay una forma de los argentinos de buscar variantes en el pollo y en el cerdo” y en otro tipo de alimentos, aunque el principal motivo sería económico: “Hoy, es muy difícil comprar carne todos los días porque es un producto muy caro para los argentinos”.

“En el mercado local, la situación es muy difícil. Un kilo de carnaza está rondando los mil pesos, cuando un trabajador, con la nueva paritaria incluida de 50 por ciento de aumento, tiene un promedio de 500 o 600 pesos la hora”, aseguró, y aseveró: “Se hace muy difícil pagar un kilo de carne más de mil mangos”.

"El cliente pide de acuerdo a lo que tiene en el bolsillo"

Por su parte, Juan Cruz Romero, encargado de una carnicería ubicada en San Justo, expresó a El1 Digital que “en lo que va del año, las ventas no avanzaron ni retrocedieron, se mantienen”. “Lo más vendido es asado, vacío y milanesa, aunque, hoy, se nota que la gente consume un poco más de cerdo y busca alternativas más baratas”, aseguró. En ese sentido, señaló que nota “un cambio en la elección de los cortes”, teniendo en cuenta que algunos, como el asado de tira y el vacío, ya superan los mil pesos por kilo. “Es probable que haya caído lo que es el consumo por kilaje. Hoy, en vez de pedir por kilo, el cliente pide por cantidad o de acuerdo a lo que tiene en el bolsillo”, agregó.

Además, con respecto al precio de la carne, afirmó que “aumentó mucho, entre un 30 y un 45 por ciento desde que arrancó el año”. Según el informe del IPCVA, el incremento del valor de la carne es de, al menos, 60 por ciento en los últimos doce meses, es decir, se ubica por encima de la inflación general.

“Los Cortes Cuidados no se consiguen”

Con respecto al programa Cortes Cuidados, que el Gobierno nacional renovó hasta fin de año y que comprende siete de los cortes de carne más vendidos a precios accesibles, Vallejos aseguró que es una medida insuficiente, dada la dificultad para encontrarla. “No se consiguen porque las bocas de expendio son muy pocas y se encuentran en pocos lugares”, lamentó, sobre los más de mil puntos que poseen la propuesta en todo el país, principalmente, grandes cadenas de supermercados, por lo que concluyó: “Es una medida que no alcanza porque uno tiene que terminar yendo a la carnicería de barrio”.

Vale recordar que el programa incluye el asado de tira, a 679 pesos; el vacío, a 815; el matambre, a 810; la tapa de asado, a 679; la falda, a 449; la nalga, a 849; y la paleta, a 699. Los consumidores lo pueden hallar en más de mil bocas de expendio de todo el país, incluidas las grandes cadenas de supermercados Coto, Carrefour, Jumbo, Vea, Disco, Walmart, Día%, Changomás y La Anónima, así como los mayoristas Vital y Makro y las carnicerías que están adheridas a Única y ABC.