Cómo fue la indagatoria a la pareja de la enfermera que fue encontrada muerta en el galpón de su casa

Silvio Espíndola fue imputado por el fiscal Federico Medone, por la muerte de Elizabeth Di Legge.

Silvio Espíndola, el enfermero de 44 años, pareja de Elizabeth Di Legge, fue indagado por la muerte de la mujer, quien era intensamente buscada y que, finalmente, fue encontrada muerta en el galpón de su domicilio, en la localidad de González Catán.

El fiscal aseguró que la pareja de Di Legge sería quien le habría aplicado “dosis de propofol, atracurio, fentanilo y midazolam, lo que le produjo una depresión respiratoria, que derivó en un paro cardíaco traumático que desencadenó en el fallecimiento de la mujer”.

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Ante esto, el imputado habría negado todo, asegurando que no es un femicida ni el asesino de su mujer. Sin embargo, el fiscal insistió en que habría huecos en su relato. Una de las inconsistencias está dada en la afirmación que hizo, sobre que “trabaja de 7 a 14 horas, durante la semana” en el Hospital Churruca, al igual que Di Legge.

No obstante, el día de la muerte de Elizabeth, “Espíndola habría pedido el cambio de 8 a 15 horas porque viajaba mal en el tren Belgrano Sur y su esposa viajaba en el mismo tren, pero trabajaba los fines de semana y feriados de 7 a 21 horas”.

Cronología de las últimas horas de Elizabeth

En el expediente, figura que, en su relato, Espíndola afirmó que “el día jueves, cuando regresó Elizabeth de la jornada laboral, alrededor de las 21 o 22 horas, cenaron y, posteriormente, tuvieron una discusión". En ese contexto, aclaró que no hubo gritos, sino que fue algo entre ellos. Adicionalmente, se indica que comentó que él había preparado la cena y que “cuando ella llegó, tiró el bolso sobre la mesa, y le tiró el celular al piso, desordenando todo”.

También, se detalló que, cuando Di Legge desapareció, Espíndola comenzó a moverse: llamó al Hospital Churruca, preguntó en el barrio, en un hospital del kilómetro 32 de González Catán, y se especificó de igual forma que llamaba al teléfono de su mujer, sin recibir respuesta. Además, se precisó: “Una policía mujer revisó toda la casa y fueron al cuarto, donde, luego, encontraron fallecida a Elizabeth, pero no pudieron entrar porque estaba cerrada y el dicente no tenía la llave".

El peor desenlace

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La Policía Bonaerense fue la que encontró a Elizabeth "muerta en su propia casa y con la campera que el acusado había denunciado que tenía, y ahí se terminó todo". "Que se suicidó y que estuvo desde el viernes ahí. Que la buscó por todos lados y estaba en su propia casa. Que miró, pero no buscó ahí porque estaba avasallado. Que no tenía idea dónde podía estar. Que jamás imaginó que se pudiera suicidar”, se asevera.

Asimismo, se explicó cómo era su relación con su pareja: “Últimamente se llevaban bastante mal, pero siempre con la idea de ir para adelante, porque eran una familia y tienen tres hijos. Tenían que seguir adelante por ellos, aunque había muchas discusiones, siempre intentaban mediar y solucionar los problemas tomando mate”.

Según la información de la causa, Di Legge tenía la intención de irse, llevando a sus tres hijos con ella. Espíndola negó ser violento con su mujer, pese a que Elizabeth lo había denunciado ante el Juzgado de Familia N°8 de La Matanza, requiriendo protección contra la violencia familiar. Sin embargo, no se avanzó sobre esa denuncia.