La enfermera hallada muerta en González Catán sufría “violencia física, sexual y simbólica”

A horas del hallazgo del cadáver de Elizabeth di Legge difundieron un documento que describe la situación de violencia en la que estaba inmersa la mujer en su hogar.

En el marco de la investigación por la muerte de Elizabeth di Legge, ocurrida en la localidad de González Catán, difundieron un informe que revela que la enfermera del hospital Churruca sufría “violencia física, sexual y simbólica”.

De acuerdo a lo precisado, en abril del 2019, la mujer había hecho una denuncia contra su marido, Silvio Espíndola, ante el Juzgado de Familia N°8 de La Matanza para solicitar una protección contra la violencia familiar, pero la misma quedó paralizada en octubre del 2020.

Además, un estudio psicológico que se le realizó a la enfermera el pasado 21 de julio detalló que al acercarse a pedir ayuda a la Red de Asistencia de la Secretaría de la Mujer de La Matanza contó que “no podía tomar la decisión de separarse”.

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Según consta en ese informe, a través del espacio de género que existe en el Hospital Churruca, donde trabajaba junto a Espíndola, Di Legge “pudo identificar las violencias psicológicas que refiere atravesar (física, sexual, psicológica y simbólica)”. Los profesionales que la asistieron indicaron que la pareja ejercía “violencia por motivos de género de diversa índole, desde hace ya varios años”.

“Está en tratamiento psiquiátrico y psicológico en el Hospital Churruca, que es donde trabaja. Manifiesta deseos suicidas. Por lo relatado, se evidencia que los profesionales que la tratan no estarían haciendo intervenciones adecuadas, por lo cual ella no se siente cómoda, escuchada o acompañada”, enumeraba el análisis de los profesionales de la Red de Asistencia de La Matanza.

Ante este panorama, los trabajadores del lugar le sugirieron “hablar con el espacio de género de su trabajo” para que le asignen nuevos especialistas para su caso y le dieron el contacto de la red de psicólogos feministas, para averiguar si alguno atiende por su obra social.

Así las cosas, se dispuso que se la llamara para hacer un seguimiento de su situación, lo cual debía ocurrir el próximo 4 de agosto. Sin embargo, no pudo ocurrir el encuentro: Elizabeth fue hallada muerta en el galpón de la casa en la que vivía junto a su pareja.