“En todo el mundo, los precios de los alimentos se controlan, no se dejan librados al mercado”, afirman

Luego de que el 2021 cerrara con una inflación casi record de 50,9 por ciento, el Gobierno nacional enfoca sus cañones a tener un índice que sea considerablemente más bajo para el 2022. Por eso, como primera medida, la Secretaría de Comercio Interior renovó el programa Precios Cuidados, con un total de 1.321 productos, hasta el 7 de abril próximo.

Sobre la política, la economista Clara Razu habló con El1 Digital y destacó que “los precios de los productos, ahora, son acordados con las empresas y tienen una perspectiva de actualización cumplible”. “A esto se suma que a las empresas les conviene porque, con la edición anterior del programa, les fue muy bien”, aseveró.

“El programa no baja la inflación, pero sí baja la dinámica inflacionaria y lleva a que las personas tengan una perspectiva de lo que pueden gastar en rubros básicos, como es la alimentación”, sostuvo, ya que el rubro alimenticio fue, justamente, uno en los que se puso el ojo tras los constantes incrementos del año pasado.

“Me parece una medida que sirve. En todo el mundo, los precios de los alimentos se controlan y no se dejan librados al mercado. Y, en estos tiempos de pandemia, la mayor parte del consumo se dio en los alimentos”, aseguró, aunque advirtió que “falta regular los precios de insumos sensibles, como la harina, para que esto no repercuta en otros alimentos”.

Además, consideró sumamente importante que el programa incluya a “los mercados de cercanía y a los mayoristas”, donde “se realiza la mayor parte de las compras”. Vale recordar que el actual Precios Cuidados contempla aumentos en los valores de un dos por ciento mensual, lo que significa un seis durante el primer trimestre de la medida.

Ingresos versus inflación

Por otra parte, Razu hizo hincapié en que “hay que lograr que los ingresos de las personas alcancen para muchas otras cosas, más allá de comer”. “Los ingresos de los trabajadores formales crecieron por encima de la inflación, sobre todo, por las renegociaciones paritarias. Eso lo demuestra el repunte en el consumo”, agregó.

Sin embargo, indicó que, en términos salariales, “hay inconvenientes en los ingresos informales y en el sistema de jubilaciones y pensiones, sobre todo, en las mínimas porque se parte de una base muy baja, por lo que los ingresos siempre están bajo con respecto a la canasta básica”.

Ante esta situación, expresó cuál debiera ser un pronóstico favorable para que los salarios y los ingresos no queden por debajo de las variaciones del Índice de Precios al Consumidor: “La inflación de este año está pensada en un 33 por ciento. Así, para no perder contra la inflación, los salarios deberían crecer unos diez puntos por encima de esto”.