En La Matanza, Kicillof expuso sus diferencias con la flexibilización porteña y advirtió por su impacto en la Provincia

Junto al intendente Espinoza, el Gobernador bonaerense recorrió el centro de monitoreo ubicado en San Justo, donde se puso en marcha un seguimiento digital de los casos sospechosos y positivos de COVID-19. Allí, planteó su “preocupación” por la administración de la cuarentena en la Ciudad, “justo cuando sube el contagio”.

El Gobernador bonaerense, Axel Kicillof, llegó a La Matanza, este jueves por la noche, para recorrer el Centro de Operaciones Municipal de San Justo, donde, desde principios de mayo, se puso en marcha un sistema de monitoreo y geolocalización digital de casos confirmados y sospechosos de COVID-19 en el Distrito. En ese marco, junto al intendente, Fernando Espinoza, el mandatario provincial planteó su preocupación por la aceleración del contagio en la Ciudad de Buenos Aires y la apertura comercial que se permitió en esa jurisdicción desde esta semana porque, advirtió, “eso podría generar que el virus se traslade a zonas de la Provincia donde no hay contagio”.

“Estoy preocupado por el aumento de la circulación, justo cuando sube el contagio. Cada jurisdicción tiene potestad de tomar sus decisiones y nosotros, en la Provincia, recién esta semana, reglamentamos la posibilidad de que los comercios se abran quirúrgicamente, solo los pequeños y barriales, preferentemente atendidos por gente del barrio y para gente de la zona, porque, si permitimos que la circulación prolifere, corremos un riesgo muy grande”, expresó Kicillof.

Según el último reporte del Ministerio de Salud nacional, la Ciudad registra 2.618 casos positivos; la Provincia, 2.411; y, de los 255 nuevos contagios de este jueves, 153 fueron detectados en territorio porteño y 79 en el bonaerense. Esa relación se viene manteniendo desde los últimos días, al tiempo que se registra un brote en los barrios populares de la Capital, donde ya se contabilizan 891 infectados.

En ese sentido, el Gobernador analizó que, “al haber apertura de comercios en la Ciudad, ha subido el tránsito y eso genera intercambio viral”. “No lo digo con ánimo de polemizar, sino que necesitamos coordinar acciones porque la relación de la Provincia con la Ciudad es de siameses, tenemos al Conurbano pegado a su territorio, entonces no queremos que los bonaerenses vayan a trabajar allá, donde hay una mayor incidencia de los casos. Hay que ir con pie de plomo porque el resultado de lo que está pasando hoy en la Ciudad, y de lo que pueda pasar el fin de semana (cuando se habilite la salida recreativa de niños y niñas), lo vamos a lamentar en 15 días”, agregó Kicillof.

No obstante, el Gobernador reconoció que el parate económico también es una preocupación presente para su gestión, pero defendió que, en la Provincia, los esfuerzos se concentran en ir habilitando, paulatinamente, la producción industrial. “Todos queremos volver a la normalidad económica, pero, mientras esté el coronavirus, esa normalidad no está más. Lo que queremos es que se pueda hacer toda la actividad económica posible sin poner en riesgo la vida de la gente. No podemos hacer pavadas porque, cuando te pasás, no es que bajamos la perilla y ya está, sino que se muere gente, y eso no lo podemos permitir”, observó, por lo que ratificó que, de a poco, se seguirán habilitando a distintas industrias para que vuelvan a la actividad “siempre con protocolos, sin uso de transporte público y de manera muy cuidada”.

Kicillof se refirió también a la situación de los barrios populares del Gran Buenos Aires y al nivel de testeo en la Provincia. “Tenemos 1.800 barrios vulnerables en la Provincia y la tasa de contagio no llega a un séptimo de lo que son los barrios vulnerables de la Capital. Las comparaciones son odiosas y no es responsabilidad de nadie, pero estamos haciendo una vigilancia activa con el operativo DETecTAR de Nación, buscando asintomáticos en los barrios para hacer un seguimiento epidemiológico importante. La Provincia ya tiene 19 centros de testeo y pasamos de 200 tests iniciales por día a más de mil que estamos haciendo hoy. Es, por lejos, la que más testea y la cantidad de contagiados no subió estrepitosamente, así que podemos decir que tenemos bastante éxito”, ponderó.

Según el Gobernador, hoy, “no hay más de 50 personas en terapia intensiva en el sistema público bonaerense por coronavirus y solo 14 están con respirador”. “La situación es manejable, nadie puede cantar victoria porque es un virus que hizo trizas los sistemas de salud más robustos del mundo y los bonaerenses saben cómo estaba el sistema de salud de la Provincia, pero lo estamos poniendo en forma y, prácticamente, estamos duplicando la cantidad de camas de terapia: sumamos casi mil a las mil que ya había, en solo tres meses”, detalló.

Por último, destacó la importancia de contar con sistemas de vigilancia como el que está funcionando en La Matanza, gracias a un software que fue donado por la Facultad de Medicina de la UBA, con el monitoreo de especialistas del Hospital de Clínicas. “El intendente nos confirmó que lo ofrece para que otros municipios bonaerenses puedan utilizarlo y eso nos va a permitir hacer un seguimiento más estrecho, que es la clave mientras no tengamos vacuna, así que agradecemos ese gesto”, ponderó Kicillof.

La postura del Gobernador sobre la preocupación por la apertura comercial de la Ciudad ya había sido señalada por los intendentes de los municipios de la zona más populosa del Conurbano bonaerense, la Tercera Sección Electoral, quienes, desde el fin de semana, a través de un comunicado conjunto, habían advertido que la decisión del Gobierno porteño generaría “una mayor probabilidad de circulación comunitaria del virus que puede reducir la capacidad de control sobre la tasa de contagio”. Kicillof se había reunido con ellos en la mañana del jueves, incluido Espinoza, con quien volvió a compartir agenda pocas horas después.