La actividad comercial en La Matanza, en caída libre
Los rubros con las bajas más importantes fueron Almacén e Indumentaria, ambos con 40 por ciento, según un informe oficial. En promedio, las ventas disminuyeron 33 puntos porcentuales.
Los altísimos índices de inflación y la consecuente pérdida de poder adquisitivo en la población tienen su impacto en el sector comercial, que está lejos de pasar un buen momento. Porque, a los tarifazos en los servicios de primera necesidad, como la luz, se suma una baja en el consumo que hace peligrar la continuidad de más de un local.
La Matanza no es la excepción a esta problemática: según la última encuesta municipal de actividad comercial realizada por la Secretaría de Producción local, correspondiente a marzo, la performance de los comercios locales fue un 33 por ciento peor en comparación con marzo del 2023.
El relevamiento cuenta con un total de 155 comercios, siendo la mayoría de los negocios consultados de los rubros Almacén, con un 23 por ciento; Indumentaria, con 14; y Carnicería y Verdulería, ambos con doce. Como resultado, los que presentaron los derrumbes más importantes fueron Almacén e Indumentaria, ambos con 40 por ciento.
El listado continúa con Carnicería, que tuvo un descenso en su actividad de 37 por ciento; Verdulería, con -35; Otros, con -34,5; Kiosco, con -34; Panadería, con -33; Gastronomía y Calzado, con -31; Farmacia, con -28; Ferretería, con -25; Perfumería, con -18; y Tecnología, con -16. En febrero, la merma promedio en el Distrito había sido de 24 por ciento.
Despidos y expectativas
Por otra parte, una de las cuestiones más angustiantes de la problemática, como son los despidos, también se destaca en la encuesta. Porque un 29 por ciento de los comercios relevados aseguró que bajó su dotación en marzo, frente a un 71 que mantuvo la plantilla. En febrero, los lugares que manifestaban cesantías llegaban a un once por ciento.
Por último, con respecto a las expectativas de los comerciantes para el corto y mediano plazo, un 45 por ciento expresó que son malas, mientras que un 41 habló de una regularidad. Solo un doce por ciento avizoró un horizonte bueno. De esta manera, un 86 por ciento de las personas definió su expectativa como regular y mala, número que, en febrero, había sido del 67.
