HospiPayasos, una tarea de contención, acompañamiento, juegos y ternura

La ONG trabaja en el Hospital del Niño de San Justo. Los HospiPayasos ponen una sonrisa en el rostro de niños, adultos, acompañantes y personal de salud.

HospiPayasos

Para brindar contención y acompañamiento, la organización sin fines de lucro HospiPayasos alivia el dolor de pacientes internados a través de una cura particular: la risa. A través de una performance circense, los miembros dibujan sonrisas en las “caras largas” de niños, adultos, acompañantes y hasta en el personal de salud.

“No imponemos nada ni hacemos show. Siempre que nos presentamos, nos cruzamos con la gente e intercambiamos algún comentario. Si vemos que la persona se detiene y nos regala una sonrisa, continuamos. Si no, seguimos de largo. Cuando entramos a una habitación, pedimos permiso y, si el paciente nos lo otorga, entonces comienza nuestra intervención”, explicó a El1 Héctor Roldán, parte de la asociación.

La interacción se da con todos los miembros y personas que habitan los centros de salud. Ya sea en el Hospital del Niño de San Justo los lunes por la tarde, el Hospital Militar, el Hospital Dr. Carlos Bocalandro de Loma Hermosa o el Hospital de Morón, la alegría de los HospiPayasos llega a todas partes.

En general, compartió Roldán, la gente “se engancha”. Aunque se vean “caras largas” desde afuera de la habitación, una vez que alguno de los payasos entra, “automáticamente la predisposición es distinta”.

“Muchas veces, la gente nos dice que somos valientes por lo que hacemos. En lo personal, yo la paso re bien y la satisfacción personal con la que vuelvo a casa es increíble”, remarcó el Payaso de Hospital. Y destacó: “Logramos que, por lo menos por un rato, esas personas se olvidaran del mal momento que están pasando”.

Las intervenciones duran, aproximadamente, diez minutos por persona y pueden extenderse por distintos motivos; por ejemplo, muchas veces la interacción se convierte en una simple pero interesante charla. Sumado a la alerta por todo lo que sucede alrededor, el trabajo se convierte en un acto de pura improvisación.

Ser HospiPayaso, un sentimiento que se lleva en el corazón

Roldán contó que el deseo de “acompañar y ayudar al otro” lo tiene desde pequeño. Fundó una ONG y participó en obras de teatro independiente hasta que presenció una obra del Cirque Du Soleil en 2010. “El show del payaso me voló la cabeza. En ese momento dije ‘quiero hacer esto’ y fue entonces que me empecé a capacitar”, relató.

La primera experiencia en la que combinó sus dos pasiones fue en una capacitación de la ONG Alegría Intensiva, payasos del Hospital Garrahan. Ese camino lo llevó a la tarea que emprende hoy, no solo en la ayuda para el pasar de un proceso hospitalario, sino también en la formación de futuros HospiPayasos.