“No tuvimos suerte cuando le quisimos tocar la sensibilidad al sector financiero”, advierten

Así lo expresó el titular de la CGERA, Marcelo Fernández, en referencia al proceder de las entidades bancarias ante los pedidos de las industrias durante el aislamiento social por el COVID-19. Además, aseguró que “hay que aprender a fortificar el mercado interno”.

A más de cien días de iniciado el aislamiento social, preventivo y obligatorio por el coronavirus, el sector productivo se vio profundamente afectado, con caídas en la producción históricas y, en algunos casos, similares a las de la crisis de 2002. Y, con el retorno a la fase 1 en el AMBA, encima, varias industrias que habían reabierto debieron volver a cerrar. En este marco, en diálogo con Radio Universidad, el presidente de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), Marcelo Fernández, destacó que, en algunos aspectos, tuvieron respuestas favorables por parte del Gobierno nacional en algunos pedidos que se realizó desde la entidad “para ayudar a mantener el comercio”.

Entre otras cuestiones, Fernández mencionó el retorno del Ahora12 y el planteo que se había hecho en relación a que a varias industrias les habían llegado facturas de energía eléctrica con valores altísimos sin haber producido en estos meses. Esto se debió a que, al principio de la cuarentena, se había estipulado que llegara la menor facturación de los últimos tres años.

No obstante, cuestionó el accionar de las entidades bancarias durante estos meses: “No tuvimos suerte cuando le quisimos tocar la sensibilidad al sector financiero. Nos tendría que haber ayudado con los cheques rechazados que tuvimos a mansalva y dar una línea de créditos para pagar el medio aguinaldo a aquellos clientes que calificaban”. “El banco, ahora, abandonó a ese cliente que, en marzo, calificaba y no va a darle una línea de crédito blanda para pagar los aguinaldos, algo que está esperando la sociedad. No olvidemos que, en muchos casos, por los acuerdos en casos de suspensiones, se percibe entre el 70 y el 75 por ciento del sueldo”, aseveró.

La importancia del mercado interno
Por otra parte, el empresario matancero hizo hincapié en la necesidad de cuidar la industria nacional: “El COVID-19 llegó cuando habíamos asomado, un poquito, con la aparición de la licencia no automática para importaciones. No olvidemos que venimos de cuatro años de una apertura indiscriminada de importaciones, cuando se pulverizó a la industria PyME”.

“Tenemos que aprender a fortificar nuestro mercado interno y nuestras industrias porque, si no, nunca vamos a tener un proceso de industrialización a largo plazo”, aseguró sobre los cambios en las orientación del rumbo industrial en el tema con eventuales cambios de gobierno.