Sobre la Justicia, los funcionarios judiciales, la ética y la confianza social

Félix Lamas, presidente de la Cámara Penal de La Matanza, reflexiona sobre opinión pública y crisis del Poder Judicial.

Por Félix Lamas*

La crisis y el descontento social responden a lo mismo: el 80 por ciento de las personas confía poco o nada en el Poder Judicial. Los jueces nos ponemos a pensar y decimos que lo que pasa es que la gente ve la corrupción judicial en los diarios, ve las causas políticas, pero eso no abarca a todo el Poder Judicial, es una cosa sesgada. Y creo que eso es subestimar a la población.

Las personas que tuvieron procesos judiciales y no obtuvieron respuestas, o las que tuvieron procesos lentos, ven a los jueces con privilegios que no tienen las personas comunes. Por eso, los jueces nos tenemos que interpelar a nosotros mismos. Conozco magistrados que están trabajando todo el día, que intentan dar respuestas, pero la gente no sabe que tenemos pocos recursos, porque la cuestión pasa por si nosotros podemos o no hacer algo al respecto. Yo creo que sí, que podemos trabajar en nosotros mismos.

En el mundo, el sentimiento de desconfianza y de privilegio también existe. Y le empezaron a pedir a los jueces, más allá de que se cumpla con los procesos, ciertas normas de ética que tienen que ver con ser y mostrar. En Argentina, no contamos con código de ética judicial, que sí tiene el Ministerio Público Fiscal.

"Los jueces hablan por sus sentencias, tal como nos han enseñado, pero también hay que salir a hablar y a mostrar", plantea Félix Lamas.

En Argentina, se viene trabajando sobre los códigos de ética desde cinco principios: independencia, imparcialidad, motivación -que refiere a las razones y los motivos de las sentencias-, responsabilidad social -vinculado a que nuestra sentencia se da en una sociedad determinada- e integridad judicial -que es la interpelación que me hago como juez, que tiene que ver con que los jueces tenemos una vocación específica de servicio-.

No debemos tener prerrogativas, sino lo contrario. No solo no tenemos dispensa moral, es decir, las cosas que podemos hacer y que las demás personas no, sino que tenemos extras morales y éticas adicionales. En definitiva, no solo que no podemos hacer cualquier cosa, sino que debemos tener un comportamiento adecuado, claro y transparente, pero, además, también tiene que ser mostrado, tanto por jueces como por fiscales y defensores.

Los jueces están acostumbrados a un sistema que, de alguna manera, los protege. Estamos acostumbrados, y me incluyo, a decir que la mentira, la corrupción y la falsedad están en otro lugar. Como es un sistema que juzga, es muy fácil que el sistema se abroquele. Insisto: hay que ser éticos y también parecerlo. Y una manera de mostrarlo es brindarse a la sociedad, atenderla. El ciudadano nos pide ese plus de ética, espera que seamos cercanos, que tengamos un comportamiento ejemplar, que seamos ciudadanos comunes con responsabilidad y que lo mostremos.

Como presidente de la Cámara Penal del Departamento Judicial de La Matanza, sinceramente, no conozco ningún juez en el distrito que sea corrupto, que no tenga ética o que no esté todos los días en su despacho. Y de eso se sabe muy poco. Es cierto que los jueces hablan por sus sentencias, tal como nos han enseñado, pero también hay que salir a hablar y a mostrar.

*Presidente de la Cámara Penal del Departamento Judicial de La Matanza.