Inflación: “Se deberían aplicar más herramientas que consensos”, dicen

Así lo expresó a este medio la economista e investigadora Clara Razu, sobre las medidas del Gobierno para contener las subas de precios.

“En determinadas políticas económicas, se deberían aplicar más herramientas que consensos", señaló Razu.

La semana pasada, el Gobierno comenzó la “guerra” contra la inflación, que acumuló un 8,8 por ciento en los primeros dos meses del año. Así, entre otras cosas, se anunció la creación del Fondo Estabilizador del Trigo, se retrotrajeron los precios de 580 productos básicos al 10 de marzo y se creó una canasta de 60 artículos para los comercios de cercanía.

En diálogo con El1 Digital, la economista e investigadora Clara Razu defendió las medidas tomadas por las autoridades, entre ellas, la creación del Fondo Estabilizador del Trigo, con el que los productos derivados de la soja, como el aceite y la harina, pasarán de tributar el 31 por ciento al 33 en derechos de exportación, lo que implica una suba de dos puntos de la alícuota.

En ese sentido, Razu recordó que los productos mencionados “tenían retenciones del 33 por ciento, pero Alberto (Fernández) las había bajado, a principios de la pandemia (de COVID-19), para facilitar la exportación de bienes con valor agregado, por lo que no es un aumento, sino una restitución que no afecta a los productores ya que se aplica sobre el producto elaborado”.

Estos dos puntos del fondo estabilizador sirven para mantener estables los precios del trigo, que, por el conflicto de alcances internacionales entre Rusia y Ucrania, han aumentado mucho, como otros commodities”, indicó sobre la propuesta, que estabilizaría el costo de la tonelada de trigo que compran los molinos argentinos.

Además, respaldó el armado de una canasta de 60 productos básicos para los comercios de cercanía: “Muchos minoristas se abastecen en los hipermercados. Este abastecimiento es un problema porque, por ejemplo, el aceite Cañuelas cuesta 245 pesos en Precios Cuidados, pero el mayorista lo vende al supermercado de cercanía a 307”. “Este diferencial hace que los consumidores que se abastecen en los comercios de cercanía no pueden acceder al primer precio”, sostuvo, por lo que reivindicó la decisión anunciada por la Secretaría de Comercio Interior: “Se necesita que, en esta red, los productos bajen de precio para que los comerciantes los puedan vender a precios razonables”.

Por otro lado, señaló que “en las mesas de acuerdos, deberían estar las asociaciones de usuarios y consumidores y los productores de la economía popular, actores que son importantes en todo lo que es el consumo popular”, aunque su presencia, también, sirve para “presionar”, debido a que “muchos de los que se sientan en las mesas, después, violan los acuerdos”.

En esa línea, Razu aseguró desconfiar de los consensos: “No podemos poner de acuerdo a los sectores que tienen ganancias extraordinarias en plena pandemia y reparten dividendos, no invierten o fugan, con los trabajadores o los productores de la economía popular”. “Se trata de diferentes intereses”, afirmó. Por eso, consideró que, “en determinadas políticas económicas, se deberían aplicar más herramientas que consensos”. “No puede ser que, en momentos en que los precios de todas los commodities suben, no se aumentan las retenciones”, concluyó.