La Selección levantó la Copa del Mundo en un Monumental que fue una fiesta gigante

En el reencuentro con los hinchas argentinos luego de coronarse en Qatar, la Scaloneta disfrutó de una noche de celebración inolvidable. El triunfo 2 a 0 frente a Panamá terminó siendo una excusa para que los jugadores, el cuerpo técnico y la gente se unieran para celebrar a lo grande la obtención de la tercera estrella para el país.

Las caras lo dicen todo. La de los hinchas, que reventaron el Monumental, y la de los jugadores y el cuerpo técnico de la Selección nacional. Las sonrisas gigantes se multiplican adentro y afuera del campo de juego. Porque la noche de este viernes 23 de marzo quedará en el recuerdo como la fecha en la que, al fin, la Copa del Mundo pudo levantarse bien alto en Argentina. Y en brazos de Lionel Messi, el genio mundial que aun sigue escribiendo su propia leyenda.

Hubo un partido de fútbol, es cierto. Pero fue tan gigante la alegría, antes y después, que el 2 a 0 ante la selección B de Panamá quedó en un segundo plano. Sólo quedará en el recuerdo del golazo de Messi de tiro libre para marcar el 2-0 definitivo y para llegar a los 800 goles oficiales en su carrera, y no mucho más.

Messi convirtió su gol 800 con un delicioso tiro libre.

Desde temprano, la cancha de River se fue llenando a buen ritmo. Es que los afortunados que lograron sacar entradas (y que tuvieron el dinero para hacerlo) no querían perderse absolutamente nada de lo que estaba preparado en la fiesta. Hubo música (el DJ Fer Palacio, Los Totora, La T y la M, Wos, L K’onga), ovaciones para Fernando Romero (el autor de la letra  de “Muchachos”, la canción que quedará para siempre vinculada a esta tercera estrella) y el Tula (el histórico hincha que, con su bombo, acompaña a la Selección en los mundiales desde Alemania 1974) y una versión emocionante del himno interpretada por el cantante de tango Ariel Ardit. También, por supuesto, estuvo el recuerdo para Diego Maradona, ovacionado a los diez minutos de juego.

Pero lo mejor llegó luego de que el árbitro uruguayo Christian Ferreyra diera el pitazo final. Porque minutos después vino el momento que todos estaban esperando: ver a Lionel Messi levantar la Copa del Mundo, algo que también hizo cada uno de los campeones, que tenían una réplica a disposición para alzarla junto a sus familiares.

Después de 36 años, la Copa del Mundo volvió a levantarse en Argentina.

El capitán también habló. Y más líder que nunca, remarcó lo difícil que es ganar una Copa del Mundo, le pidió al público que disfrutara de este momento y hasta tuvo la delicadeza de acordarse de sus antiguos compañeros en la Selección. "Sé que es un día nuestro, pero no quiero olvidarme de mis anteriores compañeros con los que hicimos todo lo posible por conseguir ésta (La Copa del Mundo), pero no se nos dio. Estuvimos muy cerca, pero ellos se merecen el respeto y reconocimiento de todos porque dejaron todo".

La palabra del capitán.

El micrófono también llegó a las manos de Lionel Scaloni, quien visiblemente emocionado, remarcó: "Agradecimiento eterno a este grupo de jugadores. El fútbol es de ellos. Sin ellos, no podríamos haber sido campeones del mundo. Todos lo que se ponen esta camiseta dejan hasta la última gota de sudor. A veces, el resultado no se da. Esta vez se nos dio y es increíble".

Scaloni, muy emocionado, también le habló a los hinchas.

Una hora y media después de finalizado el partido, el Monumental seguía de fiesta. Los jugadores, dentro de la cancha, y los hinchas, en las tribunas, entonaron juntos todo el cancionero de la Selección. Y hasta hubo dedicatorias a Brasil y a Francia. Fueron las últimas imágenes de una fiesta inolvidable. La noche de las sonrisas gigantes.