Martilleros y corredores públicos bonaerenses advierten sobre el riesgo de las franquicias en el rubro inmobiliario

Desde la Federación que los reúne, avanzan en "institucionalizar una unión gremial fuerte" y trabajan para visibilizar problemáticas del sector. "A la crisis económica hay que sumarle el trabajo de los ilegales. A lo mejor la gente no puede visualizar bien el problema del ilegal, por eso lo visibilizamos", detallaron a este medio.

La Federación de Centros, Asociaciones y Círculos de Martilleros y Corredores Públicos de la Provincia de Buenos Aires, integrada por más de quince distritos bonaerenses, continúa en plena recorrida provincial con el objetivo de “institucionalizar una unión gremial fuerte” para defender sus derechos profesionales ante problemáticas de estos tiempos : “La nocividad de las franquicias en el rubro inmobiliario, la jerarquización y la defensa de la profesión, en todas las incumbencias de su actividad diaria de cara al mercado inmobiliario y la sociedad en su conjunto”. En este sentido, el pasado 18 de mayo concretaron un encuentro en La Matanza. 

El1 Digital dialogó con Darío Casas, quien, como vicepresidente del Centro de Martilleros y Corredores Públicos de Berazategui y miembro de la Asociación Provincial de Martilleros y Corredores Públicos de la Provincia de Buenos Aires, detalló parte de la problemática que los lleva a unirse. “La adversidad nos junta. Es un mercado muy difícil y las problemáticas se incrementan. A la crisis económica hay que sumarle el trabajo de los ilegales, de las franquicias, una situación que hace que las inmobiliarias vivan la crisis con más intensidad que nunca”, comenzó. 

Uno de los grandes problemas que afrontan tanto martilleros como corredores públicos es la llegada el país de las llamadas franquicias, sobre todo en el mercado inmobiliario nacional. “A lo mejor la gente no puede visualizar bien el problema del ilegal, no le da la dimensión cabal, en el sentido de que no lo compara con otra profesión. Por eso voy a la analogía con la medicina: a nadie se le ocurriría dejarse operar por una persona que no fuera un médico”. 

Y continuó: “A nadie se le ocurriría firmar una escritura con alguien que no fuera un escribano. O hacer una sucesión con alguien que no fuera un abogado. En este caso pasa, y la gente cae en esa tentación del autodenominado ‘agente inmobiliario’ una figura que no existe, y que tasa, toma reservas, hace cosas para lo cual no está capacitado y no tiene incumbencia. No está facultado por ninguna ley para actuar de esa manera”.

Casas pregunta: “¿Qué responsabilidad tiene un agente en la toma de una reserva? Ninguna. El único facultado para hacer la actividad del martillero es el martillero, quien está facultado por ley y es responsable de eso”.

Y aclaró: “La inmobiliaria tiene colaboradores: recepcionistas, empleados. Pero esas personas no pueden asumir incumbencias del martillero. No puede firmar un contrato, ni intervenir entre las partes”. 

Por esto, el especialista señaló: “Acá hay gente que está trabajando de una incumbencia que no tiene. Y eso está sancionado en el artículo 80 del Código Civil y el 247 del Código Penal. Eso está penado por ley y la gente no lo sabe. Por eso, desde la Federación visibilizamos esa problemática”.