En La Matanza, el aumento en las tarifas de luz puede superar el 800 por ciento

En el Conurbano bonaerense, el incremento será mayor por las cargas impositivas que rigen en la Provincia. Para los que ahorren, habrá descuentos de hasta casi 30 por ciento.

Desde el lunes pasado, rige la suba en las tarifas eléctricas que, a través de las resoluciones seis y siete de este año, el Ministerio de Energía que conduce Juan José Aranguren autorizó para elevar los costos de generación y de distribución. Es decir, lo que aumentó desde el primer día de febrero son los cargos fijos y el costo de cada kWh consumido, además de que se redujeron los subsidios que beneficiaban a los consumidores, lo que le permitirá al Estado nacional ahorrar unos cuatro mil millones de dólares por año.

En el Conurbano bonaerense y, por lo tanto, en La Matanza, el aumento es superior, por ejemplo, al que deberán afrontar los usuarios de Capital Federal, ya que los impuestos sobre el consumo llegan al 44 por ciento, mientras que, del otro lado de la General Paz, representan un 28 por ciento.

Las subas, con respecto a lo que se pagaba hasta enero pasado, pueden arrancar en 600 por ciento para los consumos más bajos y superar el 800 por ciento en los consumos de mil kWh por bimestre o más. De todos modos, eso dependerá, también, del ahorro que cada hogar pueda hacer con respecto al mismo bimestre del año pasado. Si se tiene en cuenta ese uso racional del servicio, se puede lograr descuentos de hasta casi 30 por ciento: por ejemplo, con un consumo bimestral de 300 kWh, si el ahorro en comparación con 2015 es de entre diez y 20 por ciento, la factura de 260,90 pesos puede bajar a 226,80 pesos, mientras que si el descenso interanual supera el orden del 20 por ciento, la boleta queda en 202,20 pesos.

Para lograrlo, los pequeños cambios pueden dar grandes resultados: renovar todas las lámparas incandescentes de la casa por las de bajo consumo, por ejemplo, puede hacer que un gasto de 360 kWh, tomando como referencia diez bombillas prendidas durante seis horas diarias, caiga a 70 kWh. Del mismo modo, usar el aire acondicionado a conciencia, en 24 grados y evitando dejarlo encendido toda la noche, también, puede hacer que la factura sea menos abultada. De hecho, por cada punto de temperatura que se baja para lograr un ambiente más frío, el consumo aumenta siete por ciento.

Beneficiarios de la tarifa social

La tarifa social estará destinada a 900 mil clientes de Edesur y Edenor, es decir, a un 20 por ciento de los usuarios residenciales de ambas distribuidoras. Podrán acceder a ella los jubilados que perciben menos de dos haberes mínimos (equivale a 8.598 pesos); empleados con sueldos que no lleguen a dos salarios mínimos (hoy, 12.120 pesos); beneficiarios de programas sociales y del fondo de desempleo; inscriptos en el Régimen de Monotributo Social; afiliados al Régimen Especial de Seguridad Social para empleados del Servicio Doméstico; y quienes cuenten con certificado de discapacidad.

Para ellos, los primeros 150 kWh de consumo mensuales serán gratuitos y solo abonarán el cargo fijo, de 14,33 pesos para el caso de Edenor. El costo del consumo restante dependerá de si el consumo supera o no al de 2015: si se mantiene igual o baja, por ejemplo, quien consuma 450 kWh por bimestre, pagará 30,93 pesos, mientras que con un uso de 600 kWh el abono será de 47,43 pesos. En los casos de consumos bimestrales de 800 y mil kWh, las boletas serán de 129,60 y 186 pesos, respectivamente, porque el cargo fijo sube para los consumos más altos.

En cambio, si se gasta más energía que en el mismo período del año pasado, el excedente de los primeros 300 kWh sin costo por bimestre, tendrá igual valor que la tarifa plena que pagará el resto de los usuarios. Hay que tener en cuenta que la tarifa social se aplicará de acuerdo al titular del servicio, por lo que si se cumple con los requisitos para acceder a ella pero la boleta llega a nombre de otra persona que está exenta del beneficio –es decir, si es titular de más de un inmueble o de un auto de menos de 15 años de antigüedad- perderá la posibilidad de acceder al beneficio. Por lo tanto, habrá que hacer el trámite correspondiente para cambiar la titularidad.   

La lectura del medidor seguirá siendo bimestral, pero las distribuidoras implementarán un sistema de facturación mensual para que los usuarios puedan dividir las nuevas tarifas en dos pagos.