Los centros educativos y recreativos del Barrio Almafuerte, espacios clave para niños y jóvenes

Desde talleres de apoyo escolar hasta gastronómicos, diferentes actores de la ex Villa Palito contienen a la comunidad del barrio.

En su paso por el barrio Almafuerte (ex Villa Palito), en San Justo, el equipo del programa Nada es lo que parece de Radio Universidad dialogó con referentes de diversas instituciones que ofrecen espacios de perfeccionamiento profesional, educativo y recreativo para toda la comunidad, especialmente para las primeras infancias, niños, adolescentes y jóvenes adultos, con el compromiso y la visión presente del padre “Bachi”.

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Este es el caso del Club Social y Deportivo San Roque, un espacio que recibe a más de 400 chicos. “Empezamos como un taller deportivo que nos heredó el programa Envión y, al ver que la gente se enganchaba, el padre ´Bachi´ propuso que brindemos actividades culturales porque había una necesidad de crear espacios para los chicos”, recordó Eliana Fernández, referente del club, en diálogo con Radio Universidad.

El espacio ofrece diferentes deportes, como fútbol (masculino y femenino), hockey y vóley, pero, además, hay planes de ampliación para el futuro desde el aspecto cultural. “Tenemos dos grandes proyectos a futuro: por un lado, se está por armar una escuela de cultura paraguaya, porque hay mucha comunidad paraguaya en el barrio, y, a su vez, está encaminada una escuela de música”, adelantó Fernández.

Por su parte, Belén Barraza, integrante del Centro de Formación Profesional N° 423 “Manos de Nazareth”, explicó que la institución dedicada al arte y a los oficios cuenta con una matrícula de 200 personas, seis docentes y cursos de carpintería, herrería, gastronomía, informática, diseño gráfico y electricidad. “El fin es brindar un oficio y dar herramientas para que, en el día de mañana, todos puedan generar sus microemprendimientos y llevar el pan a sus casas”, sostuvo, y aseguró que en el barrio Almafuerte es “furor” el taller de gastronomía: “Hay muchísimos egresados por año y las mujeres son pioneras”.

Vincular a los chicos con las actividades

En este contexto, Romina Cháves y Mara Bravo, representantes del CDI “Madre Teresa de Calcuta”, un centro de desarrollo infantil dedicado a niños de hasta cuatro años, con alrededor de 60 familias, comentaron que la decisión de acompañar la primera infancia y generar un vínculo con las familias fue del padre ´Bachi´. “Notábamos dificultades en el colegio, entonces tomamos el desafío de entender a los chicos más pequeños por medio de otras herramientas, especialmente desde lo artístico, porque el aprendizaje y el primer vínculo es primordial”, recordaron.

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Para poder trabajar con los chicos de seis a doce años, la Casa de Encuentro Comunitario (CEC) “Casita de Nazareth” ofrece un espacio de acompañamiento escolar, pensado por el padre ´Bachi´ para que, según la referente Silvana Pereira, “la calle no alcance a los chicos”. “Trabajamos lo educativo en dos bloques. Hay un amplio desfase en el aprendizaje, especialmente en la alfabetización y la comprensión de textos, y tratamos de acompañar el vínculo a través de actividades que los chicos traen, para generar confianza y que ellos puedan expresar sus dificultades”, remarcó.

En cambio, orientado a los adolescentes y jóvenes adultos, se encuentra presente en el barrio el grupo de Envión Podés, enmarcado en el programa de políticas públicas pensado por y para los chicos. Melanie Martínez, integrante del grupo, comentó que trabajan con jóvenes de doce a 21 años y las problemáticas, derechos vulnerados, el acceso a la educación, a la salud, a la cultura, al deporte y a la comunicación, son las principales temáticas tratadas.