“Los jubilados están lejos de tener una jubilación digna”, afirmó Eduardo Santín

En la última semana, el Gobierno nacional confirmó que la actualización de los haberes jubilatorios se basará en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que da a conocer el INDEC. La metodología regirá desde abril y, en el mismo mes, habrá un refuerzo adicional de 12,5 por ciento y un bono de 70.000 pesos por única vez.

Consultado sobre el tema por Radio Universidad, el especialista en seguridad social Eduardo Santín expresó: “En principio, no me parece que sea la peor solución, partiendo de que los jubilados han aportado al superávit que logró el Gobierno”. Además, destacó: “La fórmula que se aplicará en junio tiene el período de diciembre y marzo, el de mayor carga inflacionaria”.

No obstante, consideró que lo más apropiado hubiera sido seguir con el cálculo anterior, que habría dado mejores resultados una vez que la economía repuntara: “Creo que no se debería haber derogado la fórmula, sino mantenerla con una cláusula gatillo. Cuando la economía se empezara a recuperar, se iba a recomponer salarios, que es lo que pasó entre 2009 y 2015”.

Además, precisó que, con el aumento de abril y el bono de 70.000 pesos, “la jubilación mínima quedará en poco más de 240.000 pesos”. Por ello, afirmó: “Según el Observatorio de los Jubilados y Pensionados, la canasta básica de un jubilado está arriba de 600.000 pesos, lo que no cubren ni dos jubilaciones mínimas. Los jubilados están lejos de tener una jubilación digna”.

Por otra parte, alertó: “Se está rediscutiendo renovar o no la entrega de medicamentos gratis del PAMI, y es muy probable que el Gobierno se ponga del lado de los laboratorios y no de los jubilados”. “Esta ventaja de los jubilados de tener gratis una gran cantidad de medicamentos del PAMI impacta en forma positiva en sus bolsillos”, remarcó.

Moratorias y aportes

Por último, Santín hizo hincapié en que “todos los jubilados que se pudieron jubilar con las moratorias hicieron sus aportes”. “Estos jubilados hicieron sus aportes a través de las moratorias, pero se habla de ellas como si fueran un pecado. No hay nadie que se haya jubilado en Argentina sin haber hecho aportes, esto tiene que quedar claro”, sostuvo.

“Uno tiene que pensar a la seguridad social como un mecanismo de distribución de riqueza”, aseguró sobre el criterio de percepción en el sector, por lo que concluyó: “El sistema jubilatorio no solo se financia con aportes y contribuciones, sino también con impuestos. Si todo el mundo paga impuestos, por qué no todos se pueden jubilar”.