“La idea es seguir produciendo y que no se traben las importaciones por falta de dólares”, respalda la CGERA

Así lo expresó el titular de la entidad empresaria, Marcelo Fernández, sobre las medidas del Banco Central para cuidar las reservas. “No nos parece justo que, si las importaciones se frenan o se administran, sea igual para todos porque ni los productos ni las empresas son iguales”, aseguró.

“La pequeña y mediana empresa es importadora, pero no de un producto terminado, sino de un insumo para fabricar, por lo que debe tener prioridad”, remarcó Fernández.

Este lunes, y debido a la escasez de dólares, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) decidió adaptar el sistema de pagos del comercio exterior. Las medidas extienden la financiación de importaciones a las realizadas bajo Licencia No Automática y a la importación de servicios, y tendrán vigencia por un trimestre para dar tiempo a la normalización del comercio exterior.

Según informó el BCRA en un comunicado, las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) quedarán exceptuadas de las exigencias vigentes de financiar sus importaciones por un incremento del 15 por ciento con respecto al año anterior, con un límite de hasta un millón de dólares. De esta forma, no se afectarían el crecimiento económico ni el nivel de actividad de las PyMEs.

En diálogo con Radio Universidad, el presidente de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), Marcelo Fernández, respaldó la decisión del Banco Central: “La pequeña y mediana empresa es importadora, pero no de un producto terminado, sino de un insumo para fabricar, por lo que debe tener prioridad”. “Sabemos que damos mano de obra, que le agregamos valor a ese producto importado y que, lógicamente, si hay un problema coyuntural, la PyME debe tener la posibilidad de seguir girando anticipadamente las divisas necesarias porque es el sector que siempre tiene menos recursos y menos posibilidades de facilidades de crédito del exterior”, aseguró.

En ese sentido, destacó que, días atrás, desde la entidad se le llevó la inquietud al ministro de Desarrollo Productivo: “Le hicimos este planteo a Daniel Scioli y creo que nuestra posición fue valorada y tenida en cuenta”. “No nos parece justo que, si las importaciones se frenan o se administran, sea igual para todos porque ni los productos ni las empresas son iguales”, afirmó.

Además, Fernández indicó que, con la norma, “se estipuló que unas 23.000 empresas seguirán funcionando normalmente”. “Las demás firmas tendrán que presentar un plan o un proyecto para demostrar su verdadera necesidad porque, muchas veces, ha habido prácticas que no fueron las que correspondían”, agregó.

“La idea es tratar de continuar produciendo y que no se traben las importaciones por falta de dólares”, sostuvo, y concluyó: “Hubo un aumento muy importante de importaciones en marzo. A raíz de aquellos que especularon, es bueno que se restrinja este tema para asegurar las divisas sin frenar el aparato productivo, aunque imagino que las grandes empresas pueden criticar esto”.

Los cambios del Banco Central

Además de la excepción a las PyMEs ya mencionada, el BCRA informó que, en el nuevo esquema de pagos, quienes operen en el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones mantendrán el acceso al mercado de cambios por el equivalente al promedio mensual de importaciones de 2021 más un cinco por ciento o de 2020 más un 70.

Asimismo, el Banco Central, en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Productivo, dispuso ampliar las posiciones arancelarias de bienes equivalentes a los producidos en el país, que tendrán acceso al mercado a partir de 180 días, mientras que, en el caso de bienes suntuarios, será a partir de los 360 días.

En lo que respecta a las importaciones de servicios, se equiparan en el tratamiento a la de bienes, permitiendo el acceso al mercado por el mismo monto que en 2021 y, en caso de superar el importe, el saldo a 180 días. Así, se espera impulsar la recuperación del crédito comercial del país, que cayó en forma significativa por la pandemia de coronavirus.

Por su parte, para las importaciones de bienes de capital, se permite pagar el 80 por ciento del valor en puerto de origen, y el 20 restante con la nacionalización de los mismos. Por último, se facilitará la prefinanciación de exportaciones, lo que acelerará el ingreso de divisas, especialmente, del complejo cerealero.