Intercambio comercial y posible moneda común con Brasil: una alianza estratégica y necesaria

El sociólogo, periodista e integrante del CEPA, Marco Teruggi, analizó la posibilidad de una moneda común entre Argentina y Brasil. Cuál es la diferencia con una "unificación monetaria" y por qué sería importante este paso de "integración regional".

Por Marco Teruggi*

Creo que lo más importante de la propuesta de Alberto Fernández y Lula Da Silva es hacer la diferenciación entre una moneda común, que es una unidad de cuenta e intercambio, y una unificación monetaria, lo que no está planteado. Son dos cosas distintas. Una moneda única es por ejemplo, el euro, en la Unión Europea, donde cada país cedió parte de su soberanía monetaria hacia un banco central europeo. En este caso, se habla de una moneda común de intercambio para manejarse en una nueva propuesta monetaria. Es algo que apunta a fortalecer un proceso de reintegración económica, comercial y financiera entre ambos países.

La idea es que sea una propuesta regional, por lo que, en un hipotético futuro en el que esto funcione y permita salir del dólar, otros países de la región se pueden unir a este intercambio comercial. Esto ayudaría a tener mayor autonomía.

No obstante, esto no cambia la situación del peso ni del real. Es cierto que puede ser una propuesta más interesante para Argentina que para Brasil. Detrás de esto, hay una mirada estratégica de fortalecimiento de un bloque binacional, pero, sobre todo, regional.

Y este fortalecimiento es importante porque, por ejemplo, durante la gestión de (Jair) Bolsonaro, cayeron las reuniones entre presidentes y las exportaciones. Se pasó de 40.000 millones de dólares de intercambio a 27.000 millones, una baja significativa.

La entrevista completa a Marco Teruggi.

Por eso, parte de los acuerdos es fortalecer mecanismos crediticios para brindar mayores posibilidades de exportación de un lado y del otro. Ambos destinos están ligados, si le va bien a uno, le va bien al otro. Brasil es uno de los principales socios de Argentina y con el que se puede pensar en conformar un bloque que sea el sostén de una integración regional.

Muchas veces, en la integración continental, ha ocurrido que el avance de las cosas depende de un fuerte presidencialismo. Y, cuando cambia un gobierno, se intenta dejar atrás lo que hizo el anterior o, incluso, hay una revancha. En Europa no pasa, se mueve todo en un centro muy parecido, no hay cambios marcados a lo interno. Además, uno esperaría que se consolide un mecanismo con un grado de institucionalidad para que, quien llegue luego, no lo pueda desmontar rápido.

Uno de los temas centrales que se plantea es la inversión desde Brasil, a través del Banco Nacional de Desarrollo, para que haya caños brasileros en el segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner, que es el que va a ir hasta el sur de Brasil. Esto es central porque le permite a Argentina exportar energía y, a su vez, a Brasil le permite estabilizar su abastecimiento en materia energética en un momento en que a Bolivia le está costando abastecer la demanda de los países vecinos. Por eso, si se da la inversión de Brasil en los caños, ambos países se van a conectar y tributa a solidificar una política de integración.

*Sociólogo, periodista e integrante del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).