César Monasterio, el gran hacedor del equipo de Liniers campeón

Luego de las dos primeras fechas del Torneo Clausura de la Primera D, cuando Liniers perdió 1 a 0 con Defensores de Cambaceres y empató 1 a 1 con Argentino de Rosario, la dirigencia decidió poner fin al ciclo de Fabián Cabello al frente del plantel y contrató a César Monasterio, quien no había vuelto a dirigir desde su salida de Deportivo Laferrere.

El debut del exarquero fue inmejorable, con un categórico 4 a 1 frente a Centro Español. Pero los éxitos continuaron para la formación de “Mona”, dejando en el camino a Central Ballester, Muñiz, Juventud Unida y Deportivo Paraguayo, sumando cinco triunfos consecutivos, logrando un buen juego del equipo y trepando a lo más alto de la tabla de posiciones.

Luego llegó un empate con Puerto Nuevo, campeón del Torneo Apertura y que esperaba en la final, venció a Sportivo Barracas en un partido clave, ya que el Arrabalero era escolta y, si ganaba, lo desbancaba del liderazgo, pero cayó con Lugano.

Y quizás ahí tuvo “la suerte de campeón”, porque en esa misma fecha perdieron Cambaceres y Barracas, sus seguidores, y todo quedó igual arriba, con Yupanqui sumándose, el rival del último compromiso del campeonato. El que ganara, se llevaba el título. Pero en la cancha de Sacachispas, donde el Trapero hizo de local, la Topadora se impuso por 2 a 0 y celebró la consagración.

Liniers jugó once partidos bajo el mando de César Monasterio y obtuvo el 79% de los puntos, ya que ganó ocho encuentros, empató dos y solo perdió uno. En el banco, junto al DT, estuvieron Matías Fleitas (ayudante de campo), Leandro Maiza, Facundo Heredia (preparadores físicos) y Tadeo Monasterio (videoanalista).

La campaña del equipo de “Mona”

Centro Español, 4-1

Central Ballester, 1-0

Muñiz, 1-0

Juventud Unida, 3-0

Dep. Paraguayo, 3-0

Puerto Nuevo, 2-2

Sportivo Barracas, 1-0

Lugano, 1-2

Yupanqui, 2-0

Final

Puerto Nuevo 2-0 y 1-1