Semáforos 2.0: usan inteligencia artificial para optimizar el tránsito

Valiéndose de cámaras, algoritmos y sistemas de aprendizaje automatizado, un equipo de investigación de la Universidad Nacional del Sur y del CONICET desarrolló un sistema Rue que permite dejar atrás los tiempos innecesarios del semáforo en rojo para mejorar el tránsito.

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Históricamente, las ciudades han sido puntos álgidos de tránsito, demoras y congestión vehicular. En los tiempos modernos, es fundamental encontrar soluciones para optimizar los recorridos. Los semáforos, piezas claves en el paisaje urbano, podrían ser la solución... Solo habría que hacerlos un poco más “inteligentes”.

En Cipolletti, un equipo de investigación de la Universidad Nacional del Sur y del CONICET desarrolló un sistema de semaforización inteligente que acorta los tiempos innecesarios de la luz roja. El sistema favorece la gestión del tránsito en intersecciones donde los semáforos con tiempos fijos no son efectivos.

Se utilizan cámaras y algoritmos de Machine Learning, una rama de la inteligencia artificial (IA) que le permite a la máquina aprender patrones y realizar tareas sin una programación específica.

“El sistema identifica autos, micros, camiones y motos en cada calle y ajusta los tiempos de luz verde de acuerdo con esa cantidad para evitar que haya tiempos de espera si no hay tránsito por la otra vía”, explicó Diego Moyano, miembro del equipo.

Las tecnología que se aplicó al tránsito

Los dispositivos, que ya están funcionando en dos cruces de la ciudad bonaerense, tienen un sistema exacto. “La operación se basa en la asignación dinámica del tiempo de luz verde en dos tramos. El tiempo tradicional de verde es de 60 segundos, pero nosotros lo dividimos en dos tramos de 30”, detalló Favio Masson, doctor en Control de Sistemas e investigador del CONICET.

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El sistema permite la distinción de vehículos de emergencia como patrullas, ambulancias o camiones de bomberos.

Para el primero, según la cantidad de vehículos en espera, se asigna un mínimo de cinco segundos a un máximo de 30, contemplando, según el tipo de calle, aproximadamente cinco segundos por cada auto detectado. “En caso de que haya solo uno o ningún vehículo detectado, cuando están terminando los cinco segundos de base, el sistema revisa si hay nuevos vehículos y, si hay solo uno o ninguno, asigna otros cinco segundos y pasa a rojo. O sea, el tiempo mínimo de verde son diez segundos”, precisó el especialista.

Masson asevera que “el tiempo mínimo en cada tramo se asigna como un margen de seguridad, aunque no se detecten autos”. Según explican los investigadores, este sistema de cámaras y algoritmos le permite al controlador inteligente variar de forma dinámica y segura los ciclos de las luces verdes de todos los semáforos que intervienen en la intersección.

El sistema, que puede mantenerse en funcionamiento en cualquier situación, también permitiría la distinción de vehículos de emergencia como patrullas, ambulancias o camiones de bomberos. “Al detectar su presencia, va habilitando semáforos verdes para que realice el recorrido de forma rápida y segura”, explica el investigador de la UNS.

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