Analizan cómo el aumento de la temperatura impacta en la salud

El último informe de Naciones Unidas alerta que, en el caso de Latinoamérica, el mayor impacto estará en las olas de calor y la propagación de enfermedades transmitidas por vectores. Expertos locales explican los efectos en la región y ponderan la conversión energética y la adaptación de las áreas más vulnerables para hacer frente a los efectos del cambio climático.

Expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) presentaron el Informe de Síntesis del Sexto Ciclo de Evaluación, que reúne casi una década de trabajo científico. El documento alerta que la acción climática actual es insuficiente y que, en el caso de América Latina, el mayor impacto estará en la población expuesta a las olas de calor y la propagación de enfermedades transmitidas por vectores como el dengue, el zika y el chikungunya.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) presentó su informe de síntesis, que se consolida, junto a otros documentos de la ONU, como la mayor evidencia científica sobre cambio climático de la historia. Aumento de temperatura, derretimiento de glaciares y un incremento en la frecuencia de sequías y lluvias torrenciales se presentan como los principales efectos de la crisis climática en América Latina.

Asimismo, el IPCC hace foco en que el impacto en la salud seguirá incrementándose. Según Matilde Rusticucci, investigadora del CONICET, se estima que, de 180 a 200 días por año, los argentinos estarán expuestos a una temperatura y humedad que podría provocar muertes en casos en que no cuenten con las protecciones necesarias.

“Durante una ola de calor, ¿quiénes son los que están más protegidos? Aquellos que no tienen la posibilidad de estar en lugares refrigerados y deben estar expuestos al sol trabajando en sectores como la construcción o que viven en casas de infraestructura precaria. Todo esto ya se ve y se verá en el futuro aun más si no se toman medidas de adaptación”, amplió Rusticucci.

Aumento de temperatura, derretimiento de glaciares y un incremento en la frecuencia de sequías y lluvias torrenciales se presentan como los principales efectos de la crisis climática en América Latina.

Los expertos coinciden en que la clave es continuar por el camino de la conversión energética, es decir, pasar de energías fósiles a renovables. “Argentina se comprometió a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el Acuerdo de París y, por lo tanto, es un deber hacer efectivas las estrategias de mitigación”, destacó Pablo Peri, coordinador del Programa Forestal Nacional del INTA y coautor del sexto informe de evaluación del IPCC.

Entre las acciones a priorizar, el especialista aseveró que Argentina tendrá que adaptar las áreas más vulnerables del país al cambio climático ya que no todo el impacto es igual para todas las regiones. En esta misma línea, el especialista sugirió el refuerzo del sistema de salud nacional para la prevención de golpes de calor o por aumento de propagación de enfermedades como el dengue, así como también generar cambios en la infraestructura para evitar inundaciones en zonas bajas.

Los árboles, claves contra el cambio climático

Otro aspecto a tener en cuenta, según Pablo Peri, es disminuir la tasa de deforestación de los bosques nativos ya que estos ecosistemas son sumideros de carbono. En referencia a este punto, el ingeniero aseguró que Argentina cuenta con propuestas productivas en los bosques nativos, como el Manejo de Bosques con Ganadería Integrada (MBGI), que es un acuerdo entre el Ministerio de Ambiente y la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, en el que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) es el apoyo técnico.

Financiamiento para países en desarrollo

Un aspecto clave en las negociaciones climáticas es la distribución del dinero con que cuentan los países más desarrollados para proveer de fondos a los países en desarrollo, que son quienes más sufren las consecuencias del cambio climático “Para concretar planes como la transición energética, lo que se necesita es flujo de dinero, que está demorando en llegar a la región. Argentina en particular tiene interés en destinar mayor presupuesto para mitigación y no para adaptación, cuando, en realidad, es una cosa que tenemos que hacer a la par: adaptarnos al clima para que el impacto no sea tan negativo y, a la vez, mitigar el cambio climático”, explicó Rusticucci.

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