Cerró una distribuidora de bebidas en San Justo y hay 70 trabajadores afectados

La firma dejó de funcionar, sorpresivamente, a principios de abril, por lo que se adeudan sueldos e indemnizaciones. Si bien la mayoría de los empleados fueron reubicados en otras firmas, 18 siguen desempleados.

El 5 de abril pasado, la empresa distribuidora de aguas y gaseosas Wally, ubicada en Arieta 3.740, en San Justo, cerró sus puertas y dejó a 70 trabajadores en la calle. En estos casi 40 días de conflicto, se logró reincorporar a algunos de los empleados, pero 18 de ellos, aun, aguardan una respuesta porque, alegan, el dueño de la firma no volvió a aparecer por el lugar.

En diálogo con el programa El día de mañana, de Radio Universidad, el secretario general de Camioneros en La Matanza, Luis Velázquez, relató que la compañía “alegó que por la situación del país, no podía distribuir más”. “Tratamos de buscar una solución al problema y reubicamos a la mayoría de los choferes en otras empresas y en estos días estamos cerrando los acuerdos para los que quedan”, aseguró con respecto a los 22 trabajadores que dependen, directamente, del gremio porque son conductores.

No obstante, del total de 70 trabajadores, 18 de ellos siguen sin ser reubicados, además de que a todos se les adeuda un mes de trabajo sin cobrar, además de las indemnizaciones correspondientes. Por eso, hay un acampe en las puertas de lugar para reclamar respuestas.

Ante ese panorama, Velázquez explicó que “hay muchas empresas de logística afectadas”. “La situación que viene asomando es difícil, de lucha constante y nos preocupa porque, al mismo tiempo, estamos lidiando con otros conflictos, como el de OCA, con 4.000 personas en riesgo, y 150 de ellos son de La Matanza”, observó.

El titular de Camioneros en el Distrito analizó que la caída de la actividad productiva termina redundando en el sector. “Ya se perdieron bastantes puestos de trabajo porque repartimos y distribuimos lo que se fabrica o se importa y esta actividad disminuyó bastante porque en La Matanza han cerrado empresas, entonces si la UOM o la UOCRA están en problemas, nosotros somos el eslabón que sigue”, destacó.

“La situación está cada vez más grave porque notamos una merma de 50 por ciento en la actividad y salimos en búsqueda de soluciones, pero la situación se repite y no hay síntomas de que repunte”, cerró Velázquez.