Día Internacional del Orgullo LGBTQ+: “Aun queda mucho trabajo por hacer en La Matanza”, aseguran

Florencia Guimaraes, referente de Furia Trava, organización travesti trans por los derechos humanos local, analizó la diversidad y el género a nivel municipal.

Cada 28 de junio se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGBTQ+, fecha en la que se recuerdan los hechos ocurridos en 1969, en el bar Stonewall de Nueva York, lugar donde miembros de dicha comunidad de diversidad sexual, cansados de los hostigamientos por parte de la Policía, se rebelaron contra un sistema político que avalaba la discriminación, persecución, hostigamiento y violencia sistémica hacia ellos.

Este suceso fue considerado como la primera manifestación pública de reivindicación y un momento bisagra en la historia del movimiento de la diversidad sexual internacional por lo que, cada año, se realizan actos, concentraciones y marchas en ciudades de todo el mundo. En este contexto, El1 Digital contactó a Florencia Guimaraes, referente de Furia Trava, organización travesti trans por los derechos humanos de La Matanza, quien analizó la concepción de ‘orgullo’ y la situación local en cuanto a diversidades y géneros.

“El orgullo es una cuestión colectiva que significa resistencia y lucha. Si hoy yo puedo acceder a varios derechos que antes eran impensados para mí como persona travesti, es debido a la resistencia, lucha y orgullo que llevaron adelante muchos compañeros y compañeras a lo largo de la historia para que las personas más jóvenes podamos acceder al trabajo, caminar en las calles sin ser detenidas y terminar la escuela. La historia del colectivo LGBTQ+ no nace específicamente en cada uno, sino que es algo colectivo”.

De esta manera, Guimaraes consideró que ‘orgullo’ se relaciona con enfrentar al sistema que “sigue siendo discriminatorio y excluyente” de muchas de las personas LGBTQ+, quienes “atraviesan la violencia en instituciones como escuelas, hospitales e incluso la familia misma. “Muchas veces, tenemos que vivir dentro de un closet sin poder manifestar quienes deseamos o sentimos ser por el miedo al rechazo o por el hecho de decepcionar, pero termina siendo un obstáculo muy grande para muchas personas que terminan viviendo su vida en la clandestinidad”.

Situación en La Matanza

Al ser consultada sobre el trabajo realizado en función de diversidades y géneros a nivel municipal, Guimaraes comentó que el mismo se encuentra “estancado” debido a diversos obstáculos. “Todavía sigue costando llevar adelante la agenda LGBT+ por parte de los estados, municipios o gobiernos. Si bien hay lugares donde tiene más fuerza o dedicación, hay otros donde no”, aseguró, y agregó que, una de las demandas principales del colectivo al que pertenece, es la implementación del cupo laboral travesti-trans y de políticas públicas para la comunidad LGBTQ+ a nivel local.

“Solo tenemos un consultorio en todo el territorio de La Matanza, que es muy grande, entonces hay compañeros y compañeras que no pueden acceder debido a cuestiones de distancia. Tampoco tenemos ley de cupo laboral travesti-trans, lo que lleva a que la mayoría de las compañeras a nivel local, todavía, subsistan de la prostitución. Por eso, interpelamos a que se tome dimensión real de las problemáticas de nuestra comunidad pero que, también, se diseñen políticas públicas en conjunto con las organizaciones del territorio porque, aun, queda mucho trabajo por hacer”, explicó.

Asimismo, Guimaraes destacó que el trabajo que realiza el colectivo en el territorio matancero es sostenido “a pulmón y autogestivamente”, pero aseguró que precisan del apoyo municipal: “Necesitamos que dialoguen y articulen con las organizaciones para poner en agenda todas las demandas que venimos trayendo y, de esta manera, poder llevarle tranquilidad a las personas que están en situaciones de mayor vulnerabilidad que, como sabemos, son las personas travestis y trans”.

Reclamos pendientes

Guimaraes expresó que el colectivo al que pertenece busca no solo reivindicar su pertenencia como personas LGBTQ+ matanceras sino, también, el municipio mismo, el de Diana Sacayán. “Si bien tenemos cupo laboral a nivel nacional, acceso a la salud, a la vivienda y a la educación, todavía falta un montón. Necesitamos que quienes tienen responsabilidad política escuchen las demandas de las personas que militamos territorialmente, para luego diseñar políticas públicas en conjunto con las personas de la comunidad LGBTQ+, para que sean de calidad y mejoren nuestras subsistencias”, cerró.