Caso Tahiel: “Quien tiene un auto y decide correr, está convirtiendo ese vehículo en un arma”

Viviam Perrone, fundadora de Madres del Dolor, brindó su apoyo a los padres del niño a dos años de su muerte y remarcó la importancia de la Ley Tahiel-Kevin.

A dos años del crimen de Tahiel Contreras, el pequeño de seis años que murió atropellado por dos autos que corrían una “picada” en la localidad de Gregorio de Laferrere, sus familiares decidieron aprovechar este día para transformar el dolor en una jornada de concientización vial atravesada por la enseñanza de normas básicas viales abierta a la comunidad, junto con la presencia de integrantes de organizaciones sociales e instituciones.

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Viviam Perrone, fundadora de Madres del Dolor y mamá de Kevin Sedano, el joven de 14 años fallecido en 2002 luego de ser atropellado por un auto que circulaba a alta velocidad en la Avenida del Libertador y Corrientes, en diálogo con El1 Digital, recordó su primer acercamiento con Noelia Díaz y Luciano Contreras, padres del niño: “Lo primero que recuerdo es haber venido a acompañarlos al día siguiente de lo que pasó. Estábamos en plena pandemia y era una gran conmoción la que ellos sentían”.

En este contexto, Perrone sostuvo que, desde el comienzo, se preocupó por acompañar a la familia y, desde ese entonces, se “acompañan mutuamente”. “El dolor de la pérdida de un hijo es el sentimiento que nos va uniendo a todos, por eso hoy estamos pidiendo por justicia para Tahiel”, señaló.

Ley Tahiel-Kevin

Durante la jornada, Perrone reiteró el pedido de instaurar el proyecto de ley llamado “Tahiel-Kevin”, creado por el diputado Darío Gutiérrez y la actual presidenta de la Comisión Penal de la Cámara de Diputados, María Luján Rey, orientado a juzgar por homicidio simple a todo quien corra “picadas” y cause la muerte de una persona.

“Quien tiene un auto y decide correr, sabe perfectamente que está convirtiendo ese vehículo en un arma. Al ser considerado este crimen un homicidio simple, la persona puede recibir una pena de ocho a 25 años de prisión, en lugar de ser señalado como homicidio culposo, donde el máximo es de seis años o, en todo caso, recibir una pena en suspenso, como ocurre actualmente. Los jueces deben tener un respaldo que debería ser esta ley, para que los conductores tengan en cuenta que tienen una normativa a favor de las víctimas”, explicó.

La prevención, primero

En el marco de esta jornada de concientización vial, Perrone consideró que, para poder generar un cambio a nivel social, se necesita de educación y campañas, pero quien no obedezca las leyes y, en el peor de los casos, cause una muerte, “necesita una sentencia efectiva”. “Cuando uno decide correr una ´picada´, sabe perfectamente que puede matar a alguien. Solo les dan tres años en suspenso, al poco tiempo les devuelven los autos y se encuentran conduciendo nuevamente. Esto no puede ser, los que perdimos un hijo sabemos lo que significa, por eso luchamos por la vida y esperamos que la Ley Tahiel-Kevin salga lo antes posible”, cerró.