Las definiciones del FIT-U sobre el 24M: entre las denuncias contra la impunidad y las deudas de la democracia

Los ediles de las bancadas de izquierda se expresaron a 47 años del último golpe de Estado.

Al conmemorarse un nuevo aniversario del último golpe de Estado, los ediles del Frente de Izquierda de los Trabajadores-Unidad (FIT-U), Natalia Hernández y Juan Romero, volvieron a denunciar la “impunidad” que gozan algunos de los responsables de la etapa más oscura de la historia argentina e hicieron foco en las “deudas” que mantiene la democracia.

En ese marco, Juan Romero, referente del Partido Obrero (PO), remarcó que, “al cumplirse 40 años de democracia”, Argentina “es un país con pobreza creciente y falta de educación y salud”. “La democracia no redundó en una mejora de la calidad de vida y eso es responsabilidad de los gobiernos peronistas y de derecha”, consideró, al tiempo que señaló “la necesidad de plantear una salida socialista”.

Por otra parte, el edil llamó a “combatir el discurso negacionista del terrorismo de Estado por parte de la derecha, desde (Javier) Milei hasta (Mauricio) Macri y (Patricia) Bullrich”. “Los 30.000 son 30.000 y fue un genocidio”, sentenció. En ese marco, acusó al oficialismo de “convertir las movilizaciones del 24M en un apoyo a Cristina Fernández” cuando, según su postura, la vicepresidenta “es parte del gobierno que implementa el ajuste y paga la deuda cuando uno de los lemas es el rechazo de esto que inició con la dictadura cívico-militar”.

En la misma línea, Hernández señaló que la dictadura, además de cívico y militar, fue “eclesiástica”. “Nosotros somos muy categóricos en denunciar la impunidad de ayer y de hoy. Seguimos peleando por eso y por los 30.000 compañeros desaparecidos”, afirmó, y consideró que “el mejor homenaje que podemos hacer es seguir peleando contra la herencia de la dictadura”.

“Por eso, nos movilizamos de manera independiente con el colectivo Memoria Verdad y Justicia para señalar que todavía hay impunidad, como las responsabilidades empresarias”, planteó, y, además del pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, denunció las condolencias enviadas desde Juntos a la familia Blaquier, tras el fallecimiento de Carlos, a quien consideró “cómplice” y uno de los que “golpeó las puertas” para pedir la intervención militar en el Gobierno.