Policías detenidos por el crimen de Esteban Bellido negaron haberlo matado

Los efectivos policiales aseguraron no haber matado a nadie al declarar ante el fiscal de Homicidios de La Matanza, Gastón Duplaá. La Justicia aguarda los resultados de los peritajes balísticos.

En el marco de la causa por el asesinato del empleado de una fábrica de gaseosas, Esteban Bellido, quien murió durante un operativo en Virrey del Pino, los once policías detenidos durante la investigación negaron haberlo matado.

Según informaron fuentes judiciales, los imputados, integrantes de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI), aseguraron no haber ultimado a nadie al declarar ante el fiscal de Homicidios de La Matanza Gastón Duplaá.

Los efectivos están acusados de "Homicidio agravado por haber sido cometido por un miembro de una fuerza de seguridad" y, asesorados por el abogado Rubén Fernández, los acusados le solicitaron al fiscal que disponga una reconstrucción del hecho.

Durante esta jornada, se iniciarán los peritajes sobre las armas secuestradas a los acusados, que estarán a cargo de especialistas de Gendarmería Nacional. Además, se aguardan varias testimoniales de vecinos que ya declararon en sede policial y que fueron citados para ratificar sus dichos en la fiscalía.

Para la familia, amigos y vecinos de Esteban Bellido se trató de un caso de "gatillo fácil". En las últimas horas, se conoció el resultado del informe preliminar de autopsia que arrojó que Bellido recibió dos impactos de bala, uno de los cuales fue el mortal, ya que le ingresó por la espalda.

El hecho

El crimen ocurrió el lunes a la tarde, en el barrio Vernazza, de la localidad de Virrey del Pino, cuando personal de la UTOI realizaba un operativo para desbaratar un búnker de drogas. Según las fuentes, en el lugar se encontraba el operario, a quien aparentemente los policías confundieron con un hombre que había ido a comprar estupefacientes.

En circunstancias que aún se buscan determinar, Bellido fue baleado por la Policía y murió. Los testigos desde el inicio aseguraron que la víctima no tenía arma de fuego alguna y no se enfrentó a los efectivos, que lo balearon por la espalda.

Ante esta situación, se dispuso apartar a la fuerza bonaerense de la investigación y delegar la pesquisa en la Gendarmería Nacional. Además de secuestrar las armas, los peritos se incautaron de tres móviles policiales y analizaban el sistema ABL de los mismos para reconstruir el recorrido de los mismos.

Por su parte, desde la Auditoría de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense se dispuso la desafectación de los once efectivos.