“El objetivo de la ciberseguridad es minimizar el daño”, destacan

La especialista en Derecho Digital Daniela Marino analizó las dificultades y los desafíos que afronta la seguridad informática respecto a la posibilidad de prevenir las “tecnologías maliciosas”.

La "ciberseguridad" refiere al conjunto de procedimientos y herramientas que se implementan para proteger la información que se genera y procesa a través de computadoras, servidores, dispositivos móviles, redes y sistemas electrónicos. En el país, la ley 25.326, de protección de los datos personales, persigue como objetivo "garantizar el derecho al honor y a la intimidad de las personas, así como también el acceso a la información que sobre las mismas se registre (…)”.

En este sentido, en diálogo con Radio Universidad, la secretaria del Juzgado en lo Civil y Comercial N° 2 de La Matanza y especialista en Derecho Digital, Daniela Marino, señaló que Argentina “es uno de los países más avanzados en América Latina” en esa materia, aunque aclaró que “la tecnología no garantiza la seguridad informática”.

Al respecto, la funcionaria judicial expresó que “el objetivo de la ciberseguridad es minimizar el daño”, pero aclaró que “no hace un blindaje del ciento por ciento". Y argumentó que las “tecnologías maliciosas” avanzan más rápido que las “técnicas de ciberseguridad”, porque,, según ejemplificó, "quien quiere hackear a una determinada institución, lo logra, ya que se encarga exclusivamente del hackeo, mientras que la ciberseguridad se encarga de la seguridad informática de modo genérico”.

En referencia a la provisión de datos personales que se les suele brindar a empresas, aplicaciones de celulares y páginas webs, entre otros, para la especialista esos datos entregados deberían tener "una temporalidad, con la finalidad para la cual la persona los ingresó, no pueden ser eternos”. Y lamentó: “Hoy, técnicamente, no sabemos dónde quedan nuestros datos personales”.

“Solemos tener confianza ciega en la tecnología, todos utilizamos teléfonos celulares, aplicaciones, redes sociales, y realizamos transacciones bancarias, pero, a menudo, no nos preguntamos sobre la seguridad informática”, comentó. “Pero qué pasa con esos datos que ingresamos habitualmente”, se cuestionó.