Alimentos: la inflación no da respiro

En los últimos doce meses del año, el rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas se incrementó 80 por ciento. "Hoy, el laburante no puede programar su sueldo de acá a un mes”, alertan desde los almacenes.

Desde asociaciones de defensa de usuarios y consumidores plantean la aplicación de leyes referidas al consumo.

De la Edición Impresa.

La escalada de precios sigue siendo la principal problemática económica del país y, lejos de bajar, sube: la semana pasada, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la inflación de agosto fue la segunda más alta del año, con siete por ciento. Además, se llegó a un acumulado de 56,4 por ciento en los primeros ocho meses y a un 78,5 interanual. Como si esto fuera poco, los alimentos aumentaron por encima del promedio.

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Por eso, El1 Digital se comunicó con el presidente de la Federación de Almaceneros de la Provincia de Buenos Aires, Fernando Savore, que expresó que se esperaba un número alto de inflación desde el sector: “El dato de agosto nos preocupa, pero no nos sorprende porque todos los días tenemos cambios de precios, sabemos que no está bajando nada”.

“El año pasado, tuvimos muchos aumentos de entre cuatro y cinco por ciento, pero este año empezamos con subas de hasta 15”, afirmó, por lo que alertó: “Lo más importante de esta situación es cómo se está debilitando el dinero de los trabajadores. Hoy, el laburante no puede programar su sueldo de acá a un mes”.

En ese sentido, precisó: “Los aumentos se dan en todos los rubros. Por ejemplo, hace una semana, el precio del aceite de litro y medio de primera marca nos costaba 360 pesos de costo, pero, hoy, nos cuesta 715, es decir que el aceite duplicó su valor de un día para el otro. A su vez, hace 50 días, pagábamos el azúcar a 117 pesos, pero, hoy, lo pagamos 220”.

“En el caso de los lácteos pasa algo parecido. El mes pasado, aumentaron nueve por ciento y, este mes, otro tres. Un sachet de leche se tiene que vender, como mínimo, a 180 pesos, cuando es algo esencial para los chicos”, sostuvo, al tiempo que remarcó que “ya no se puede hablar de los postrecitos y los flanes, que la gente ya ni los mira”.

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En esa línea, Savore graficó la situación económica con determinadas escenas que se repiten en su local, cada vez, con más asiduidad: “Todos los días vemos que viene gente con una determinada cantidad de dinero, pero tiene que dejar cosas en el mostrador porque no le alcanza”. “Hoy, con 2.000 pesos, se pueden llevar entre siete y ocho productos”, añadió.

Por su parte, consultado por este medio, el titular de la asociación Usuarios y Consumidores, Ricardo Vago, consideró que el Gobierno nacional debería adoptar más políticas para afrontar la problemática: “Las herramientas que se están usando contra la inflación no son suficientes. Es como una bola de nieve que, cada vez, crece más”.

“Pareciera que el Gobierno no ve la magnitud del problema. Para contener la inflación, que es un fenómeno multicausal, se necesita de una serie de medidas”, expresó, por lo que precisó: “Además del mantenimiento de Precios Cuidados, el Gobierno tiene que hacer un seguimiento por línea de productos, como se hacía antes”.

Además, se refirió a la implicancia de la variación del tipo de cambio en la economía local, lo que también es una de las causas por las que se disparan los precios: “Por el dólar, hay valores que no corresponden a costos argentinos, sino a necesidades externas de mantener un flujo de rentabilidades que solicitan las casas centrales”.

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El "fracaso de Precios Cuidados" y otras medidas

Por otro lado, Savore se refirió a algunas de las medidas que tomó el Gobierno nacional para contener los altos índices inflacionarios, como la implementación de un Precios Cuidados para los comercios de cercanía, como almacenes y supermercados chinos: “De los 60 productos que componían el programa, solo se consiguieron 17 en el AMBA”.

“El Precios Cuidados para los comercios de proximidad fracasó porque no se podía adquirir la mercadería en el mayorista. Cuando se pone un precio proyectado de acá a tres meses, al poco tiempo, el artículo desaparece o se reduce el tamaño del packaging”, aseguró, y aseveró: “Esto es como una curita para una herida tremenda. A la inflación hay que encararla por otro lado”.

A su vez, Vago remarcó que "es fundamental la Ley de Góndolas para el ingreso de productos a precios bajos que pueden ser comprados por la sociedad, además de la presencia de nuevos actores productivos en el mercado”.