Perlas del Centenario: cuando el Mirasol dejó de ser aurinegro

A lo largo de su centenario de vida, el equipo matancero lució con orgullo los colores que tomó del Central Uruguay Railway Cricket Club (CURCC). Sin embargo, en algunas oportunidades debió afrontar partidos con camisetas de emergencia y de otras tonalidades.

La historia tiene sus escondites fantásticos. El hilo narrativo viene con un recorrido perfecto, lineal, preciso y contundente. Pero, de repente, los hechos imprevistos sacuden la armonía y les agregan una sazón inmejorable a las páginas del libro.

Una de esas tantas muecas que enriquecieron al centenario de Almirante Brown fueron las veces que debió cambiar la indumentaria con sus colores tradicionales. Por emergencia, imprevisibilidad o impericia, el Mirasol dejó de ser aurinegro por un rato. Y aquellas camisetas de asalto nunca pudieron ser borradas de la memoria.

El primer registro se remonta al 8 de febrero de 1986. Almirante Brown sorprendió a sus hinchas cuando saltó a la cancha con una remera celeste, con mangas y hombros de color blanco. Para evitar confusiones con la indumentaria que había traído Atlanta, se debió recurrir a un juego que había diseñado la firma Nanque, con la icónica publicidad de Masterfilt. Fue 1 a 1, con gol de Rubén Bernasconi. La misma camiseta volvió a utilizarse en octubre de ese año (0 a 0 frente a Berazategui) y en marzo de 1987 (5-0 a Comunicaciones, con tantos de Luis Piazzalonga, Marcelo Rufini, Sergio Seguel y Omar Guerrero).

Marcelo Rufini y Daniel Bolognese posan con la camiseta alternativa que habìa diseñado la firma Nanque.

En esa misma época, también ante el Bohemio y otra vez por una cuestión de emergencia, el Mirasol se vistió de verde y con mangas largas. Sin escudo ni publicidad, por supuesto. Ocurrió en septiembre de 1986, en el Fragata Sarmiento, y fue victoria 2 a 0, con festejos de Oscar Giantomasi y Sergio Arias.


Parados: Dagametti, Arias, Casanueva, Piazzalonga, Giantomasi y Theiler. Abajo: Guerrero, Álvarez, Tutino, Rufini y Marozzi.

El ida y vuelta cromático le destinó otro cambio de casaca en julio de 1989. Totalmente azul oscuro y con un parche blanco de Nanque en la zona de las tetillas. No trajo mucha suerte, eso sí: 1-2 ante Defensa y Justicia (gol de Raúl Martini), aunque le permitió pasar de ronda en el Octogonal.


Parados: Rechiutti, Carrizo, Marozzi, Johansen, Martini y Golinowski. Abajo: Pastor, Righi, Meriggi, Sahud y Cristaldo.

Por mala comunicación, impericia o vaya a saber uno por qué, enfrentar al conjunto de Villa Crespo ya era un llamado a la improvisación. En noviembre de 1990, la dirigencia de aquel entonces debió salir a las corridas a una casa de ropa amiga para conseguir un juego de camisetas que se diferenciara de las del Bohemio.


Parados: Pastor, Martini, Godoy, Johansen, Golinowski y Sberna. Abajo: Sen, Grioni, Nores, González y Martínez.

Así salió en escena otra remera celeste, pero, en esta oportunidad, con tres rayas blancas en diagonal. El resultado fue 2 a 0, con anotaciones de Ricardo Johansen y Carlos González. La misma prenda fue utilizada en diciembre de 1991, en un 4-2 ante Defensa y Justicia (Bustos, Cardozo -2- y Osorio), otro de los clubes “problemáticos” a la hora de organizar la indumentaria con el Mirasol.

El equipo Mirasol, con la casaca de Platense, en un choque frente a Colón de Santa Fe.

El último caso fue un tanto peculiar. En marzo de 1993, La Fragata hizo de local en la cancha de Platense frente a Colón de Santa Fe y jugó el primer tiempo con la casaca del Calamar. Como la ropa no llegó a tiempo al estadio, al equipo aurinegro no le quedó otra alternativa que utilizar la del conjunto dueño de casa. La indumentaria recién llegó para el complemento y ahí ya pudo presentarse con su camiseta tradicional.