Melisa Baldi, la artista matancera detrás del trofeo de La Voz Argentina

¿Ganará Nicolás Olmedo por el team Lali Espósito?, ¿Será Luz Gaggi por el equipo Mau y Ricky?, ¿Francisco Benítez por el grupo liderado por Soledad Pastorutti? o ¿Ezequiel Pedraza como representante del conjunto a cargo de Ricardo Montaner? Este domingo por la noche será la gran final de La Voz Argentina y solo uno de ellos, elegido por el voto del público, se consagrará ganador/a del talent show y alzará su trofeo. Una particularidad es que dicho galardón tiene una huella matancera, ya que fue materializado por Melisa Baldi, la artista oriunda de Gregorio de Laferrere.

En cuanto a las medidas del trofeo impreso en 3D, la mano tiene alrededor de 20 centímetros de alto, mientras que, la base, suma otros diez centímetros más. Su peso aproximado es de un kilogramo y el material principal es plástico biodegradable.

Ya para la edición de La Voz Argentina 2018, Wip3D, el emprendimiento de modelado e impresión 3D y post-producción de trabajos especiales, dirigido por Baldi y Mariel Lluch, había sido contactado por Telefe para hacer diferentes piezas: el trofeo del ganador del certamen, galardones más pequeños y unas placas con el nombre del programa televisivo. Este año, las directoras artísticas fueron convocadas nuevamente para hacer un objeto, el premio principal, que fue llevado a cabo por la artista matancera.

“En otros casos los desarrollos implican un mes, un mes y medio, a veces dos meses, dependiendo de cómo es el prototipo. En esta ocasión, tuvimos entre doce y 15 días para hacerlo, bastante poco para un desarrollo así, pero, como ya teníamos la experiencia del 2018, había muchos pasos que ya sabíamos hacerlos de manera más automatizada, y lo logramos”, explicó Melisa en diálogo con El1 Digital.

Respecto al proceso, describió: “Ellos nos pasaron un modelo 3D base, que es estético pero hay que adaptarlo para impresión 3D. Entonces, lo evaluamos, vimos qué tipo de ingeniería se le podía hacer y, después, realizamos encastres (mano, micrófono, base del micrófono, 'bolita' del micrófono). Se imprimió todo en plástico y se trabajó eso de forma manual, a lo que llamamos postproducción. Allí se hicieron intervenciones, que son pasadas de diferentes masillas y lijas, y se fue sellando con imprimante entre cada pasada. Finalmente, trabajamos la pintura, que es cromo al agua (@hydroprinting3d), con diferentes instancias de químicos, hasta llegar al acabado bastante pulido y brilloso”.

Por último, en cuanto al significado de haber realizado este proyecto, la artista de Gregorio de Laferrere valoró: “Más allá de que es un trofeo que lo ve mucha gente y es muy conocido el programa, destacamos el hecho de que confíen en el trabajo que hacemos a partir del porfolio que tenemos, por el que se dieron una idea de a dónde podíamos llegar y la calidad que podíamos tener. Que nos hayan convocado por segunda vez corrobora eso. Además, está buenísimo hacer algo que no quede solo en una repisa nuestra, sino que trascienda y lo vean otras personas, ¡se siente bien!”.