“Balada para un Loco”, una instalación artística interactiva sobre la esperanza

La propuesta, a cargo del Espacio Creativo Luna Roja de Ramos Mejía, se llevará a cabo este domingo al mediodía en la Biblioteca Estación Coghlan, con entrada libre y gratuita.

Espacio Creativo Luna Roja

Si bien toda obra artística está dirigida a un “otro”, que puede sentirse interpelado por las ideas que allí se plantean, hay ocasiones en las que el público además se convierte en protagonista. Este es el caso de la instalación Balada para un Loco que, este domingo, a partir de las 11.30, presentará el Espacio Creativo Luna Roja de Ramos Mejía en la Biblioteca Estación Coghlan, ubicada en Estomba 2.649, Capital Federal, con entrada libre y gratuita.  

La propuesta se realizará entre cuatro y cinco veces. En cada una se incluirá un tema y una introducción, en la que los presentes podrán escribir sus deseos y atarlos a globos de gas para, luego, soltarlos al aire. Las disciplinas que se desarrollarán dentro de la obra serán la danza contemporánea y el teatro, que seguirán ciertos ejes, pero también le darán un importante lugar a la improvisación.

La dirección general, coreográfica y teatral de Balada para un Loco está a cargo de Ayelén Brusco, la asistencia general la lleva adelante Nazarena Ruggiero, mientras que, Sofía Tortoriello realiza la asistencia coreográfica, Chiara Pulli la dirección fotográfica y, Lucas Barrios, la audiovisual. En escena participarán entre 25 y 30 alumnos, cuyas edades van desde los siete hasta los 70 años.

“La instalación se va a basar en lo que todos tenemos en común, el deseo y la esperanza, estén, o no, dichos y/o corporalizados. Los protagonistas van a estar vestidos de blanco y negro, simbolizando algo pasado, y van a haber detalles en rojo, como los globos de gas, en referencia al futuro esperanzador que está viniendo. La idea es plasmar lo cotidiano atravesado por la creatividad absoluta, y cómo también lo diario nos nubla ese futuro esperanzador. Los artistas contaremos algo que todos están esperando escuchar”, explicó Brusco en diálogo con El1 Digital.

La premisa de la instalación artística surgió en el marco de la capacitación que nuevamente está haciendo Ayelén como directora con VOLTEADA 101. Allí le plantearon el desafío de emprender una producción autogestiva en poco tiempo y en un espacio artístico público activo. Ella ya conocía la Biblioteca Estación Coghlan porque anteriormente se había presentado en el lugar con su grupo de clown, y le resultaba muy fotográfico. Llevó el proyecto, fue aprobado, se hizo un reconocimiento del espacio y se ensayó.  

“Los invitamos a acompañar, a apoyar espacios autogestivos, en esta vuelta al arte, que tiene mucho de pulmón, corazón, esfuerzo y voluntad, después de dos años de estar totalmente limitados”, concluyó la artista matancera.