Estudian cómo reciclar barbijos descartables para mejorar suelos viales

El proyecto busca resolver un problema ambiental y, al mismo tiempo, incrementar la vida útil de calles y rutas. Los primeros ensayos fueron positivos y, a modo de prueba, se empezará a aplicar en vías urbanas de bajo tránsito y caminos rurales.

El uso extendido de barbijos descartables generó una oleada de residuos que ya está mostrando consecuencias. A diferencia de los de tela, son altamente contaminantes y suelen terminar en mares, ríos y basurales a cielo abierto.

Con este escenario, científicos del centro de investigaciones viales LEMaC (de la Universidad Tecnológica Nacional y asociado a la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires) estudian cómo los barbijos de un solo uso podrían mejorar el rendimiento de rutas y calles.

“Las fibras plásticas de diferentes telas pueden ser útiles otorgando más aporte estructural a las capas del pavimento. Y como, además, provienen de un residuo, pueden reemplazar a materiales como piedras, cemento o cal, que tienen un costo elevado”, explicó Julián Rivera, integrante del proyecto.

De esta manera, la tela de los barbijos, conocida comercialmente como friselina, les otorgaría mayor durabilidad a las capas del pavimento a un costo mucho menor y permitiendo solucionar un pasivo ambiental.

Manos a la obra

Para llevar adelante los estudios preliminares, los investigadores, primero, esterilizaron los barbijos y, luego, estudiaron la manera de incorporarlos en obra. Luego, los barbijos fueron triturados en igual tamaño a nivel industrial y a nivel de laboratorio y se sumaron a tres tipos de suelos, representativos de la gama de suelos que tiene Buenos Aires.

Los primeros resultados fueron positivos. No obstante, para llegar a la colaboración óptima del barbijo en la mejora de los suelos, se necesitaría, al menos, un millón de barbijos por cuadra dentro de las zonas urbanas. En ese sentido, los investigadores precisaron que la aplicación de prueba será en vías urbanas de bajo tránsito y caminos rurales. La provincia de Chubut sería uno de los primeros lugares donde se aplicará esta técnica.

“Desde el LEMaC, estamos gestionando en diversos frentes para posibilitar la concreción de estos tramos. Si bien tenemos algunos avances en la temática, seguimos abiertos a nuevas propuestas o ideas en tal sentido”, aseguró el subdirector del Centro de Investigaciones Viales.