Cómo lograr un shock de productividad y más inversión en un contexto de desequilibrio fiscal

El economista Sebastián Scheimberg analizó los aumentos en las tarifas de los servicios básicos en el marco de la distorsión de precios y de la relación de Argentina con China. Cómo el país puede generar divisas y por qué prefiere al "Alberto ejecutor" antes que al "Alberto relator".

Por Sebastián Scheimberg*

El problema más grande de Argentina es el desequilibrio fiscal, que trae pobreza y distorsión de precios relativos. Nos tenemos que hacer cargo del problema estructural, darle impulso a la inversión privada para generar expansión de la actividad productiva. Estamos teniendo un veranito de crecimiento económico, pero la capacidad está a full. Falta un poquito de impulso a la inversión y que la economía se estabilice para generar confianza. Mientras no haya confianza, va a ser difícil estabilizar algunas variables relevantes, como el tipo de cambio.

Hoy, y hace tiempo, está el problema de la falta de divisas, que se supera cuando uno logra una posición exportadora neta, que se consigue con ventajas comparativas y competitivas. Argentina tiene que encontrar su especialización en el mundo globalizado en el que vivimos para sacar ventaja de los potenciales recursos que tiene, con capacidad creativa de su gente. Si hubiéramos puesto las fichas en Vaca Muerta, hoy, estaríamos generando una capacidad de divisas espectacular. El sector de la carne y el sector energético podrían generar divisas, hay que promover estos sectores que son muy competitivos.

Argentina, usina de recursos naturales

El boom económico en China se dio cuando hubo un cambio de incentivos. Hay que establecer incentivos apropiados para un boom de producción, pero no hay que pensar con los pies. China, en los ´70s, tenía un parque automotor más chico que Argentina. Ellos tienen tiempos de larga visión y ven a Argentina como un proveedor de recursos naturales, invierten por eso, por lo que han ofrecido financiar represas hidroeléctricas, centrales nucleares y ferrocarriles, lo que necesitamos para crecer. Después, geopolíticamente, hay que ver si uno se quiere casar con China.

Argentina tiene la segunda reserva mundial de litio y de gas y petróleo no convencional, con la posibilidad de explotar la minería. Es una cuestión en la que hay que dejar de hacer tonterías y emprender un plan estratégico integral, abiertos a los mercados y a la competencia para que se genere un shock de productividad.

Los aumentos en las tarifas de luz y de gas

Me gusta más el Alberto Fernández locutor que el Alberto Fernández ejecutor. En Argentina, hay que quitar un montón de privilegios que orbitan alrededor del Estado y ponerse la camiseta para lograr objetivos de grandeza para el país. Creo que Alberto tiene que respetar la institucionalidad. Habla de las tarifas, pero por qué intervino los entes reguladores, eso no está bien. Coincido en que no tiene que haber subsidios a los ricos, pero hay que respetar la institucionalidad.

Lamentablemente, después de un largo atraso tarifario, los saltos de las tarifas son difíciles de digerir para la sociedad, ya tuvimos la experiencia de la gestión pasada. Vendrá otro salto en las tarifas, lo que es consecuencia del desajuste económico y de no haber tenido un plan durante tanto tiempo. Ahora, el plan lo impuso el Fondo Monetario Internacional.

Cuando los servicios públicos están muy baratos, la gente va a consumir mucho. Hay que saber que, si se va a bajar mucho el precio de las tarifas, el consumo va a aumentar muchísimo. Es cierto que la transición debe tener en cuenta otras variables, como la capacidad de pago, pero no podemos hablar de segmentación si hace dos años que no se mueven las tarifas. Hay que cambiar el discurso y empezar a actuar.

*Economista y docente de la UNLaM