Mosquitos: el análisis de los especialistas de por qué no se van con el frío

A pesar de la llegada del otoño y las bajas temperaturas, estos insectos todavía son abundantes en el AMBA.

En las últimas semanas, bajaron las temperaturas en La Matanza, en la Ciudad de Buenos Aires y en el resto del AMBA. Sin embargo, la presencia de mosquitos, vector clave de la propagación del dengue, zika y chicungunya, continúa. ¿Por qué no se fueron todavía?.

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Según Sylvia Fischer, doctora en ciencias biológicas, directora del Grupo de Estudio de Mosquitos (GEM) e investigadora principal de Conicet, la especie de mosquitos que incomoda en el AMBA en estos momentos es la Aedes albifasciatus, que está “bien adaptada a regiones de climas templados y fríos, de hecho su distribución llega hasta Tierra del Fuego, donde hasta donde sabemos, es la única especie presente”.

Por su parte, María Victoria Micieli, también doctora en ciencias biológicas y directora de Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE), explica que este tipo de mosquito “no es resistente, ni evolucionó, ni se adaptó” a las bajas temperaturas, sino que está presente todo el año, ya sea primavera, otoño o invierno. “Los huevos de esta especie pueden tolerar no solo el frío extremo, sino temperaturas de congelación”, puntualizó.

Por este motivo, la llegada del frío no está asociada estrictamente con una disminución en la presencia de estos insectos. “La reducción de la población de mosquitos va a tener que ver con la dinámica de la lluvia más que con las temperaturas, porque pueden sobrevivir a temperaturas relativamente bajas”, marcó Fischer al matutino Página/12.

El frío y el ciclo vital del mosquito

En este sentido el director de Políticas Públicas Saludables e Investigación Epidemiológica de La Matanza, Rubén Carlevaro, en comunicación con El1, analizó: “El mosquito adulto, una vez que nace, vive unos cuantos días, aproximadamente veinte o un poco más dependiendo las condiciones y dónde se ubica. El frío no lleva tanto tiempo. El frío lo que hace es cortar el ciclo evolutivo del mosquito. Este insecto necesita agua, que se sumerja el huevo en el agua. Pasa la etapa de larva, después, al cabo de una semana, pasa a la etapa de pupa y a las 48 horas nace la forma adulta”.

“Lo que se corta es ese círculo, que de huevo pase a larva. Pero el mosquito que ya nació sigue viviendo y se sigue escondiendo en las plantas, en diferentes lugares y, por supuesto, si puede dentro de las casas”, amplió.

“Lo que vemos, fundamentalmente cuando levanta un poco la temperatura es la aparición o llegada de muchos mosquitos. Que son los mosquitos adultos buscando alimentarse para, entre otras cosas, seguir reproduciéndose. Personalmente no sé si puede haber un grado de resistencia al frío, sé que lo están estudiando”, detalló.

Estamos viendo el resabio de la semana pasada, que tuvimos muchos días de calor. Entonces, estamos viendo a esos mosquitos que sobrevivieron. Tal vez, calculo que en los próximos 15 o 20 días vamos a dejar de ver tanto mosquito dando vueltas. Hay una cuestión climática”, concluyó.

Medidas para prevenir la picadura de mosquitos

*Algunas de las medidas clave para evitar la picadura de mosquitos son:

*Colocar telas mosquiteras en puertas y ventanas de recintos de animales y en las viviendas.

*Utilizar ropa clara y preferentemente de manga larga.

*Utilizar espirales en el exterior y pastillas o aerosoles en el interior de las edificaciones.

*Eliminar los potenciales criaderos de mosquitos. Por eso, se recomienda desechar objetos que puedan acumular agua de lluvia o renovar el agua de bebederos de animales y floreros al menos cada tres días.

*Aplicarse periódicamente repelentes de insectos con el ingrediente activo DEET mientras se realizan tareas en el exterior o dentro de establecimientos donde se hayan detectado animales enfermos o muertos, como también pueden utilizarse repelentes que contengan IR3535 o icaridina.