Violencia machista: registraron 158 femicidios en lo que va del año

Con el objetivo de visibilizar la problemática de los femicidios en el país, el observatorio Ahora Que Sí Nos Ven llevó a cabo un recuento de la cantidad de asesinatos de mujeres y personas travesti-trans, desde el 1 de enero al 31 de agosto, con cifras extraídas a partir de análisis de medios gráficos y digitales. Así, informó que, en los primeros ocho meses del año, se registraron 158 femicidios, es decir, una muerte cada 37 horas.

Además, el documento arrojó que se contaron 117 intentos de femicidios y siete travesticidios/transfemicidios. El 66 por ciento de los asesinatos fueron cometidos por las parejas o exparejas de las víctimas, mientras que el 62 por ciento tuvieron lugar en la vivienda de la víctima. Además, 26 personas habían radicado, al menos, una denuncia por violencia y 16 tenían medidas de protección. En cuanto a los menores, al menos 113 chicos perdieron a sus madres como consecuencia de la violencia machista.

En diálogo con El1 Digital, Julieta Delpech, abogada e integrante del observatorio, señaló: “En total, recabamos 158 femicidios y, de ese total, 15 ocurrieron en el mes de agosto y se mantiene inalterable el registro de un femicidio, en este caso, cada 37 horas; el mes pasado, fue cada 36 horas”.

“Lo cierto es que la cifra sigue siendo alarmante y, también, hubo 117 intentos de femicidios, casos en que la mujer no murió azarosamente, es decir, no solo hubo violencia física, sino violencia al grado de que el agresor intentó matarla y no pudo por alguna cuestión externa. Es importante remarcar estos números porque son casos en que había intención de cometer el hecho, aunque no se consumó”, detalló.

Según indicó Delpech, las cifras no disminuyen, si bien reconocen que hay una voluntad política del Gobierno nacional  y se demuestra una intencionalidad de luchar contras las violencias. “Para reducir la cantidad de femicidios, es necesario desbaratar todo un entramado de diferentes tipos de violencia contra las mujeres, como patrimonial o laboral; la feminización de la pobreza, porque a las mujeres siempre carentes de autonomía económica, a veces, es imposible salir de un circulo de violencia; si conviven con el agresor, la violencia de tipo psicológica que viene previa, trabajando su psiquis para aislarla de su círculo de contención y que no tenga autoestima; la violencia simbólica, que perpetúa ciertos estereotipos y roles de género a través de los medios de comunicación”, expresó.

“Hay todo un entramado de violencias que sustenta lo que después puede llegar a ser un femicidio y no es fácil de desarmar; estamos hablando de procesos históricos que, como tales, llevan mucho tiempo y cambios en un sistema social. Además, hay ciertas exigencias por parte del movimiento feminista que vemos que vienen muy atrasados o sin demasiada intención de cambio; por ejemplo, en la última movilización de Ni Una Menos, uno de los principales reclamos fue una reforma feminista de la Justicia”, remarcó.