Nuevo juicio por la muerte de Gabriel Blanco: el detalle del caso

Debido a “irregularidades” en el primer proceso y la anulación de la sentencia en 2018, buscan revertir el primer fallo por el fallecimiento del joven en la comisaría de Isidro Casanova.

Gabriel Blanco fue detenido el 1 de marzo de 2007, cuando estaba por entrar a su domicilio en Isidro Casanova. Fue ingresado a la comisaría segunda de aquella localidad cerca de las 21 horas y, tiempo más tarde, trasladado sin vida al Hospital Paroissien. Aunque la Justicia aún no determinó qué sucedió esa noche, familiares, amigos e integrantes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza convocaron a una conferencia de prensa para brindar los pormenores del nuevo juicio que se desarrollará desde el próximo 2 de mayo.

En el transcurso de la conferencia, en la que estuvo presente El1 Digital, tanto los padres de Gabriel como Betty Capdevila, titular de la APDH distrital, rememoraron lo que sucedió aquel día y comentaron cuáles serán los pasos a seguir para continuar con la sentencia de los acusados. “Nosotros como APDH y los familiares sufrimos una serie de persecuciones”, denunció Capdevila.

Según señaló, el día de la reconstrucción del hecho en la comisaría, “los policías estuvieron allí” indicando los detalles del hecho, por lo cual la pericia anterior fue “desestimada” por los abogados defensores, hacia los que apuntó: “Todos tienen derecho a la defensa, pero el derecho a la defensa no quiere decir que se vaya con mentiras”.

“Quiero nombrar a los policías acusados: Rubén Darío Suárez, Ariel Emiliano Gómez, Pablo César Balbuena, Claudio Hundayn y Daniel Omar Dos Santos. Están acusados de Tortura seguida de muerte y encubrimiento. Fueron imputados el año 2012 y el primer juicio comenzó el 16 de marzo de 2016”, manifestó, y denunció: “Se llevan a los pibes de los barrios porque tienen la piel negra, y sigue pasando. Estamos en democracia y eso sigue pasando”.

Por su parte, Carmen Uomo y Teófilo Blanco, padres de la víctima, recordaron a su hijo y el cariño que le tenía la comunidad. “Todo el mundo lo quería en el barrio porque era muy bueno, no era un chico malo”, expresó Carmen. “A veces, me arrepiento de venir de Misiones. Si estaba allá, iba a ser más burro de lo que era, pero iba a estar vivo”, lamentó Teófilo.