¡Argentina campeón del mundo!

La Selección venció a Francia por penales y levantó la tercera Copa del mundo para el país.

Después de 36 años, después de tantos sinsabores, y después de sufrir en esta final del Mundial de Qatar, la Selección argentina superó a Francia por penales y alcanzó el tercer título mundial de su historia. La Scaloneta, ese ciclo que comenzó casi de emergencia pero que con el paso de los partidos se fue consolidando como el equipo de la gente, celebró esta corona tras padecer, por demás, en este encuentro ante los galos, campeones defensores.

En el primer tiempo el conjunto de Lionel Scaloni se merecía que le dieran el máximo trofeo. Jugó al punto límite de la perfección, ganaba 2 a 0 (con goles de Lionel Messi, de penal, y Ángel Di María, tras una jugada colectiva para meterla en un cuadrito) y tranquilamente se pudo ir al descanso con un par de tantos más de ventaja.

Sin embargo, si no se sufre no vale, y Francia, en apenas un par de minutos, igualó el marcador con goles de Kylian Mbappé; el primero de penal y, luego, con un bombazo al segundo palo de Emiliano Martínez. Ante la adversidad, Argentina no se cayó, levantó la cabeza, sacó fuerzas de donde no tenía y fue en busca de la gloria. Así fue como, a los diez del segundo tiempo de la prórroga, Leo la empujó de derecha para poner el 3 a 2 y desatar la euforia en las tribunas teñidas de celeste y blanco.

Pero nuevamente apareció el crack francés, Mbappé, para igualar otra vez el marcador cuando solo restaban dos minutos. La definición por penales, nuevamente sería la que decretase al campeón. Mbappé y Messi fueron los encargados de abrir la serie y ambos convirtieron. El segundo para Francia fue de Coman, y el Dibu, el gigante del arco de la Scaloneta, contuvo el tiro para el delirio de 47.000.000 millones de argentinos. Paulo Dybala anotó y puso la ventaja de la Albiceleste.

El tercero fue de Tchouaméni y lo tiró afuera, por lo que Leandro Paredes, con su conversión, amplió la diferencia. Kolo Muani le dio un dejo de esperanza al campeón saliente, pero el matancero Gonzalo Montiel, con su remate cruzado, hizo explotar al estadio Lusail, a Bangladesh, a miles y miles, millones de almas en el mundo, que querían que el elenco argentino fuera el ganador. El campeón. El justo campeón. ¡Salud, Scaloneta! Gracias por esta inmensa alegría.