Chau al Reducido: el Verde cayó en los penales y sumó una nueva desilusión

Tras igualar 0 a 0 en los noventa minutos de juego, el equipo de Cristian Aldirico se quedó afuera del Reducido desde los doce pasos, donde apenas hizo un gol de los cuatro remates que ejecutó. Sin dudas, será un final de ciclo para muchos del plantel.

(Captura transmisión Pasión en Ascenso)

En este contexto, en el que el Verde atravesaba un bajón futbolístico pronunciado, y en el que el flamante entrenador Cristian Aldirico había tenido apenas dos entrenamientos antes del inicio del Reducido, era, prácticamente, un milagro que Lafe concretase un ascenso a la B Metro.

Y la ilusión de los más optimistas del mundo Villero se desmoronó en el comienzo del minitorneo. Por los cuartos de final, el Verde igualó sin goles ante Argentino de Merlo, en el Morumbí, en un partido en el que mostró más actitud que lo que venía desplegando en en el último tramo de la era Mario Finarolli.

Sin embargo, fue de mayor a menor y, en el complemento, volvió a ser ese pálido equipo que caracterizó su actuación en el último tercio del Clausura. Del otro lado, La Academia, con sus limitaciones a cuestas, se empezó a engolosinar con la cercanía de los penales, por lo que el 0 a 0 fue inamovible.

En la definición desde los doce pasos, Lafe arrancó con buen pie o, mejor dicho, con la mala pegada de Matías Coselli, de la visita, que mandó su remate por encima del travesaño. Incluso, Jorge González cambio su penal por gol y selló la diferencia en el marcador (1-0). Pero esa conversión iba a ser el único gol del Villero en la definición, porque, luego, fallaron Gustavo Fernández (arriba del travesaño), Hernán Ortiz (se lo atajó Germán Oviedo) y Agustín Faillace (atajó Oviedo). En tanto, para la visita anotaron Javier Arias, Lucas Angelini y, pese a que Miller Moreno mandó su remate por encima del travesaño, el propio arquero Oviedo marcó el 3-1 definitivo para eliminar al conjunto de Aldirico.

Serán tiempos de balances, autocríticas y de forjar un proyecto medianamente serio, con Aldirico a la cabeza, y con un aceitado ida y vuelta con las divisiones inferiores. A su vez, tras las vacaciones, que prime la inteligencia y la capacidad al momento de reacondicionar un plantel que, sin dudas, tendrá muchas bajas y altas de cara a la próxima temporada. Por lo pronto, el Villero jugará su decimoséptima temporada en la Primera C. Un karma que pareciera nunca acabar.