Aseguran que el ambiente tiene un vínculo directo con la salud

Un equipo de investigación del Instituto de Altos Estudios Espaciales Mario Gulich (CONAE-UNC) demostró con datos de campo e información generada con sensores remotos de imágenes satelitales la relación que existe entre enfermedades como diabetes e hipertensión y el entorno en que viven las personas.

A menudo escuchamos afirmaciones como “vivir en la ciudad enferma” o que “en áreas rurales se vive con más tranquilidad”. ¿Qué hay de verdad en estas frases? ¿Se trata  solo de una sensación? ¿O es que el impacto que tienen los ambientes en la salud es real?

Hasta ahora, no había registros científicos que comprobaran la relación entre estas variables. Pero un estudio llevado a cabo por expertos argentinos confirmó que el ambiente y las enfermedades cardiometabólicas, como la diabetes, la hipertensión y el síndrome metabólico, están estrictamente vinculadas.

“Lo más frecuente de asociar el ambiente con la salud son las enfermedades de transmisión vectorial, como el dengue. En este caso, nos centramos en enfermedades más sociales, que suelen estar caracterizadas por hábitos como el sedentarismo y la mala alimentación, entre otros hábitos no saludables. En este estudio, demostramos que eso está presente, pero también quisimos estudiar el ambiente alrededor de las personas”, aseguró a la Agencia CTyS-UNLaM Matías Scavuzzo, becario de CONICET con lugar de trabajo en el Instituto Gulich, de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), e investigador del Centro de Investigaciones en Nutrición Humana (CenINH).

A partir de estos datos, nos concentramos en analizar el entorno donde viven estas personas. Analizamos, con imágenes satelitales de la Misión Landsat 8, el nivel de vegetación alrededor de las viviendas, el nivel de humedad que hay para ver cómo es ese suelo, si hay humedad en la vegetación, además de ver qué tan urbano o rural es donde viven”, afirmó Scavuzzo a CTyS-UNLaM.

El caso de la diabetes

“Vimos, efectivamente, que, en hogares donde viven personas con mayor cobertura de verde y menor índice urbano, nuestros modelos predecían que hay menor probabilidad de ocurrencia de, por ejemplo, diabetes. En contrapartida, en los hogares ultra urbanizados -que muchas veces fomentan el sedentarismo- aumentaban las chances de ocurrencia de esta enfermedad”, explicó el principal autor del trabajo.

El estudio, publicado en la revista científica Geospatial Health, es innovador dado que no existen muchos trabajos que exploren las asociaciones entre las dimensiones ambientales y de la salud, en particular de las enfermedades cardiometabólicas. El objetivo general fue explorar la presencia de este tipo de afecciones, con foco en la diabetes y el síndrome metabólico, analizar los factores de riesgos asociados y la relación con las características del ambiente, en base a información generada con sensores remotos y datos de campo.

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