Tras escuchar a expertos y gobernadores, el Presidente define nuevas restricciones para frenar la suba de casos

Ante el nuevo crecimiento de los contagios que se evidenció con los nuevos récords de esta semana, Alberto Fernández escuchó a los especialistas que lo asesoran, quienes pidieron un aumento de las medidas por tres semanas. Tras dialogar con una parte de los gobernadores para pedirles que aumenten los controles, terminará de definir las condiciones de la nueva etapa tras escuchar las propuestas que Kicillof y Rodríguez Larreta le acercarán este jueves.

Mientras comienza a definir los términos del próximo Decreto de Necesidad Urgencia (DNU) para administrar la segunda ola de la pandemia en el país, que con 39.652 casos positivos en las últimas 24 horas estableció un nuevo récord de contagios, el Presidente Alberto Fernández encabezó, este miércoles, dos reuniones clave. En primer turno, se plegó al encuentro que encabezaban su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros de Salud, Carla Vizzotti, y de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, con el comité de expertos compuesto por sanitaristas, epidemiólogos e infectólogos, con quienes analizó los datos que arrojan los reportes sanitarios respecto a la enfermedad y escuchó las recomendaciones para la continuidad de las acciones.

Desde la residencia de Olivos, el jefe de Estado escuchó la opinión de su equipo de asesores en la antesala de una etapa que se anticipa de mayores restricciones ante la escalada de casos y que comenzará a implementarse desde el fin de semana. En ese contexto, los sanitaristas le plantearon al Gobierno que el país atraviesa “un panorama muy complejo” con “mucha diseminación de variantes de alta transmisibilidad” y mostraron preocupación por la mortalidad. Además, le manifestaron la necesidad de avanzar hacia medidas más restrictivas a la circulación que le den un “golpe” a la curva de contagios ante el crecimiento de casos de coronavirus.

En cuanto a las restricciones, remarcaron la importancia de “reducir la movilidad” a pesar de que se trata de decisiones “antipáticas y negativas para quien debe tomarlas”. A su vez, respecto a la duración de la próxima etapa, que comenzará el sábado, trascendió que “algunos” recomendaron que sea “por dos semanas”, pero “la mayoría coincidió en que debería durar 21 días”, según dejaron trascender desde Casa Rosada. 

“Las restricciones tienen que aumentarse. Los comercios no esenciales deben cerrarse, al igual que toda la gastronomía, que no debe atender ni con mesas afuera”, sugirieron algunos de los expertos y agregaron: “Ha llegado el momento de esta curva aplanada alta en que hay que aumentar las restricciones, lo que incluye a las escuelas”. 

También hubo coincidencia en elogiar el “semáforo sanitario” elaborado por la Nación para activar las medidas restrictivas por zona geográfica, aunque remarcaron que “de nada sirve si no son respetadas o no se hacen cumplir”. En esa línea de argumento, volvieron a insistir en la necesidad de reforzar los controles para su cumplimiento, algo que reconoció la propia Vizzotti cuando, en declaraciones radiales, manifestó que “hay medidas que están vigentes y que no se están cumpliendo”.

Reunión con gobernadores

Tras escuchar el duro análisis de los infectólogos, epidemiólogos y sanitaristas que lo asesoran, Fernández dialogó con los doce gobernadores del norte del país para analizar la situación epidemiológica de las provincias, en especial de aquellas en las que se produjo un crecimiento exponencial de los casos, generar consenso para avanzar con medidas restrictivas para enfrentar el impacto de la segunda ola de COVID-19, y pedirles “mayores controles y medidas” al interior de sus territorios.

Es que, al igual que en la primera ola, el virus comenzó a expandirse desde el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) hacia el interior del país y, en la mayoría de las provincias, los casos comenzaron a subir a un ritmo vertiginoso durante los últimos días y los sistemas sanitarios comienzan a sentir el estrés ante la ocupación de camas de terapia intensiva. En este contexto, los gobernadores ya no tienen más margen de especulación para posponer las restricciones y resulta determinante tomar medidas urgentes a partir de este viernes.

En ese sentido, el Presidente “se comprometió a consensuar las medidas” con ellos, pero aclaró que, en caso de no haber acuerdo, “las tomará él”, explicaron desde Presidencia, dado que, también, prima el malestar porque el Gobierno nacional entiende que los últimos DNU le dieron la posibilidad a los gobernadores de adoptar mayores restricciones si el panorama se complicaba, pero decidieron no hacerlo y esperar las decisiones nacionales, lo que generó un agravamiento de la situación. 

Antes de anunciar las nuevas medidas –algo que podría suceder en la tarde de este jueves o en la mañana del viernes-, Fernández dialogará, por la mañana, con la tanda de gobernadores del resto del país, entre los que se encuentran el bonaerense Axel Kicillof y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien, esta vez, se muestra predispuesto a consensuar y avanzar con mayores restricciones ante la nueva suba de casos que atraviesa el AMBA.