Argentina-Brasil: represión, triunfo histórico y una declaración bomba de Scaloni

El clásico sudamericano tuvo de todo en el Maracaná: la Policía le pegó al público argentino antes del partido, Otamendi marcó un golazo para sacarle el invicto al Scratch en su casa y el DT dijo “necesito pensar mucho qué voy a hacer”.

El encuentro entre Argentina y Brasil por la fecha 6 de las Eliminatorias sudamericanas para el Mundial 2026 será recordado por los distintos momentos que se vivieron, desde preocupación y desidia por la brutal represión de la policía contra un grupo de argentinos en las tribunas; pasando por el fantástico triunfo que consiguió la Selección que sigue haciendo historia grande y llegando a la sorprendente declaración del DT Lionel Scaloni en la conferencia de prensa, en la que puso en duda su continuidad al frente del plantel.

La noche pintaba para fiesta. Los equipos se formaron en el campo y cantaron los himnos; primero fue el de Argentina y luego el brasileño. Una silbatina generalizada e insultos de los locales, durante la canción patria argentina, fue el detonante para que se genere una gresca en la cabecera donde estaba la mayor parte del público albiceleste e interviniera la policía local a los palazos, sin piedad ni tener en cuenta que allí había mujeres y niños.

Los jugadores argentinos se dirigieron a la zona y trataron de cortar la represión policial que dejó algunos heridos con cortes y traumatismos fuertes. Una vez que la situación se apaciguó, Lionel Messi llamó a sus compañeros y se dirigieron al vestuario. La suspensión del cotejo parecía un hecho.

Allí comenzaron las conversaciones entre miembros de la Conmebol y dirigentes de ambas asociaciones. Claudio Tapia se aproximó a la tribuna donde se habían producido los desmanes y observó que había garantías y los hinchas argentinos estaban resguardados por los cordones policiales que tendrían que haber estado desde un primer momento. Se lo hizo saber a los jugadores y volvieron al campo de juego.

En los primeros minutos del pleito, ambos equipos estaban muy nerviosos y se jugó sumamente fuerte. Rodrigo De Paul fue el blanco de las patadas y manotazos brasileños, recibió nueve infracciones y dos brasileños fueron amonestados. El clima caldeado de las tribunas había bajado a la cancha.

Con el correr de los minutos empezó a aparecer el juego y Brasil tuvo las más claras, por lo que Emiliano Martínez se fue convirtiendo en una de las figuras del clásico. Otro de los héroes fue Nicolás Otamendi, quien a los 18 minutos del segundo tiempo, se elevó en el cielo carioca para meter un frentazo ante el córner de Giovani Lo Celso y desatar la locura albiceleste en el Maracaná, sacándole el invicto al Scratch como local en las Eliminatorias.

Tras el pitazo final, los futbolistas se quedaron por varios minutos festejando con la gente que la había pasado mal unas horas antes. Era momento de celebrar y disfrutar. Sin embargo, unos minutos después, en la conferencia de prensa de Scaloni, el entrenador se despachó con una declaración que dejó más dudas que certezas.

Cuando le pidieron un balance del año, el Gringo sorprendió: “Una cosa importante que quería decir es que quiero parar la pelota, ponerme a pensar en este tiempo. Necesito pensar mucho qué voy a hacer, no es un adiós ni otra cosa, pero necesito pensar porque la vara está muy alta y está muy complicado seguir, y está complicado seguir ganando. Estos chicos lo ponen difícil. Se lo diré al presidente y a los jugadores. Esta Selección necesita un entrenador que tenga todas las energías posibles”.

Con ese bombazo, el DT se paró y se fue. El asombro fue de propios y extraños, porque Lionel solo lo habría hablado con los integrantes de su cuerpo técnico, con quienes se sacó una foto mientras sus dirigidos celebraban.

El próximo compromiso de la Selección será en marzo, con una serie de amistosos, aunque en los días venideros, seguramente, habrá más novedades sobre el futuro del combinado nacional.