Ghirardello: “Me debía demostrar para qué vine”

Al zaguero le tocó la difícil tarea de reemplazar a Alan Barrionuevo y la está cumpliendo con creces. “Sé que la gente no lo va a olvidar, pero me voy sintiendo cómodo”, cuenta el rosarino.

Joel Ghirardello es un refuerzo que llegó con retroactividad. Se sumó a comienzos de la temporada, pero recién hace tres fechas empezó a recolectar los frutos del árbol. Primero, le tocó sortear una lesión incómoda y traicionera. Después, se topó con la figura de Alan Barrionuevo y debió cultivar la paciencia para encontrar su lugar en el equipo titular.

“Sé que la gente no lo va a olvidar a Alan, pero me voy sintiendo cómodo y mis compañeros me han apoyado mucho. Especialmente, porque venía de una lesión. Después, contra Flandria, el gol vino por mi lado y me dio bronca. Tuve que cerrar los ojos y arrancar desde cero”, relata el rosarino.

Antes de este presente alentador, el ex CADU tuvo que superar una prueba complicada. Después de su debut en la Copa Argentina frente a Agropecuario, el zurdo desapareció de las opciones de Fabián Nardozza. No por aptitudes futbolísticas, sino por una molestia física que terminó siendo más grave de lo que parecía.

“Tuve un problema discal y se me hizo difícil salir. Volví a entrenar y me dolía de nuevo. Me dolía la espalda y pensaba que era algo normal. Hacía kinesiología y volvía. Pero cuando me hice la resonancia se vio que el disco estaba fuera de lugar. Después, se hizo un bloqueo de dolor, que es como una anestesia. Me dolía para todo, para lavarme los dientes, para lo cotidiano…”, explica el defensor.

En las últimas tres presentaciones de Almirante Brown, la dupla central de la defensa fue de lo más rescatable. “Creo que somos parecidos con Agustín (Dattola). Vamos al choque, jugamos mano a mano con el delantero y estamos detrás del otro si hay algún error. Por eso, se hizo fácil complementarnos”, aprueba el zurdo.

Sin embargo, las distracciones de la última línea en las pelotas paradas también estuvieron a la orden del día. “Podés venir de buena racha, estás distraído y la pelota no entra. Pero hay que estar atentos en esos detalles, porque lo pagás caro. Te da bronca que, por una pelota, te quedás sin nada. Cuesta encontrarle una explicación. Sabemos que tenemos que buscar más cuando vamos ganando y no retroceder. Tenemos que mejorar eso".

Ghirardello disfruta del principio de la reconstrucción. “Me debía demostrar para qué vine”, confiesa. Los primeros pasos de un futbolista que cambió, en poco tiempo, la arena movediza por la tierra firme.