Carlos Kuraiem: “A la poesía no se la puede violentar”
Tras el lanzamiento de la antología que recopila su obra poética, “La mirada y el vértigo”, el poeta Carlos Kuraiem dialogó con este medio sobre este libro y sus próximos proyectos.
El escritor oriundo de La Matanza, Carlos Kuraiem, conversó con El1 Digital sobre La mirada y el vértigo, el libro que compila sus cuatro décadas de creaciones literarias. “Quiero que, el que se encuentre con este libro, sume a su vida la poesía”, adelantó.
El libro, creado por la escritora Marta Goddio y publicado por la editorial Dunken, genera un recorrido poético por temas de la vida cotidiana, acontecimientos históricos, el amor y la soledad, desde un lenguaje, por momentos, casi onírico.
“Acá, el lector va a poder encontrar una voz y cosas que en otros lugares no va a hallar” –expresó y agregó- “Es una poesía que apunta a un mensaje muy particular y está con los pies en la tierra”. Según Kuraiem, el libro es “despojado”, carente de datos cronológicos y sus relatos son escritos con “gruesas pinceladas”.
Respecto su escritura, explicó que la responsabilidad del poeta está en brindar una manifestación inmediata a los acontecimientos que se viven. “Como poeta, uno está respondiendo continuamente a los hechos reales. Incluso, con un lenguaje distinto a lo real, que parece que se encuentra a cinco centímetros del piso”, analizó.
Sin embargo, apuntó que, cuando de poesía se trata, las líneas llegan al puño como un impulso que no es propio del escritor, por lo que, por más que se intente, no se puede forzar. “Cuando abordas un poema, no hay seguridad", sostuvo.
“Vos podés hacer el intento de ir a buscar la poesía, como se busca a un amor, al que le mandás señales, miradas, voces y mensajes, pero si no te responde ese ser, lo tenés que esperar. La relación con la poesía es así, uno no la puede violentar”, reflexionó.
Por último, el poeta matancero, quien planea un recital unipersonal homónimo al libro para el año que viene, habló también sobre su relación con el Distrito que vio nacer su carrera: “Es un lugar fértil para los encuentros. Acá la poesía posee un desafío muy grande, porque tiene su manifestación aunque aparentemente no se encuentre en el paisaje”.
