Revelan la conexión entre la corona caliente que rodea a un agujero negro galáctico y los chorros de materia que emite

El estudio, que se publicó recientemente en la revista Nature Astronomy, contó con la participación de un astrónomo del CONICET.

Dos astrónomos argentinos develaron la conexión entre la corona caliente que rodea a un agujero negro galáctico y los chorros de materia que emite. Se trata de un sistema binario conocido como microcuásar formado, además, por una estrella normal masiva.

El trabajo se basó en la recopilación de más de 15 años de observaciones de distintos telescopios internacionales sobre la actividad del microcuásar GRS 1915+105 ubicado en la Vía Láctea a unos 36 mil años luz en dirección a la constelación del Águila, compuesto por un agujero negro de unas 12 veces la masa del sol y una estrella normal que orbita a su alrededor.

Estos objetos astronómicos se caracterizan por la emisión variable de jets o chorros de materia que se disparan de manera simétrica y bipolar, es decir, en ambas direcciones perpendiculares al plano de observación, y que tienen lugar cuando ambos se encuentran lo suficientemente cerca: el agujero negro incorpora material de la estrella, lo calienta en una especie de corona de gas que lo circunda, y parte de esa energía es expulsada en chorros que alcanzan velocidades cercanas a la de la luz.

“Desde hace décadas se debate si la corona y el chorro no son, sencillamente, lo mismo. Ahora logramos ver que no, que surgen uno tras el otro, y que los chorros suceden a la formación de la corona”, explica Mariano Méndez, astrónomo argentino del Instituto Astronómico Kapteyn de la Universidad de Groninga, Países Bajos, y primer autor de un estudio internacional que acaba de echar luz sobre el origen de esos jets, a Prensa CONICET-La Plata.

Por su parte, Federico García, investigador del CONICET en el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR, CONICET-UNLP-CICPBA), también autor del trabajo, explicó que las observaciones permitieron inferir que cuando la corona es más pequeña y fría, los jets son más intensos, es decir que estos se desarrollan cuando la corona se contrae.

Uno de los interrogantes que aún queda sin respuesta es por qué la radiación X proveniente de la corona que se detecta mediante los telescopios tiene más luminosidad que la energía térmica que almacenan.

“Sospechamos que ese exceso de energía se encuentra contenido en el campo magnético en torno al agujero negro, que a su vez podría ser el causante de los chorros. Si ese campo magnético es caótico o desordenado, la energía del sistema se canaliza hacia la corona, calentándola, mientras que si es ordenado es capaz de ayudar al material a escapar a través de los jets”, postularon.