El Mirasol pierde hasta cuando no lo merece

Almirante fue muy superior a Defensores de Belgrano y creó varias situaciones de gol, pero ni eso le alcanzó para salir de su racha perdedora. Gracias a un penal infantil y a un tiro libre en la última jugada del partido, el Dragón se impuso 2 a 0 y le infligió al conjunto aurinegro la cuarta derrota al hilo. Pese al traspié, los hinchas reconocieron el esfuerzo del equipo de Bazán Vera.

Almirante Brown no para de sufrir. Este torneo está siendo un martirio para el conjunto aurinegro. Las derrotas no para de acumularse. Y, para colmo, la suerte le da la espalda. Todo eso quedó resumido en la injusta derrota de este sábado ante Defensores de Belgrano, que casi sin patear al arco se llevó de Isidro Casanova un triunfo por 2 a 0 que cuesta mucho explicar.

Es que el Mirasol fue muy superior al Dragón. Durante todo el partido. Pero especialmente en la etapa inicial, en la que generó varias jugadas de peligro. Entre ellas, hubo tres que terminaron con la pelota estrellándose contra los palos del arco defendido por Ignacio Pietrobono (un cabezazo y un derechazo de Natán Acosta y un testazo de Facundo Miño).

Pero como la mano viene torcida, ante el primer error propio Almirante quedó en desventaja. Y ese error fue muy grosero. Ocurrió a los 26 minutos del primer tiempo, cuando Gonzalo Errecalde, dentro del área, frenó la pelota insólitamente con la mano en una jugada que no traía ningún peligro y le obsequió a Defe, en su primera llegada, un penal que Ángel Sayago se encargó de facturar para poner el 1-0.

La mano del Indio

Pese a la desventaja, Brown siguió imponiendo las condiciones del juego. No se derrumbó anímicamente, algo que le sucedió varias veces en el torneo. Y quizás allí radica lo mejor que se le ve a la Fragata desde la llegada de Daniel Bazán Vera a la dirección técnica. El equipo no se rinde, no baja los brazos. Ya lo había mostrado ante Almagro en la fecha pasada, aun sin jugar bien. Y lo acentuó aun más este sábado ante el Dragón.

Es una obviedad afirmar que le falta mejorar. Y mucho, por supuesto. No es casualidad que Almirante sea uno de los últimos de la tabla. El Indio tiene mucho trabajo por delante. Porque el equipo le responde en lo anímico, pero aun le falta bastante en los futbolístico, más allá de que ante Defe hubo momentos de buenas asociaciones.

Tiene banca

Consumada la derrota, que se decoró en el final con un golazo de tiro libre de Facundo Pereyra para establecer el 2-0 definitivo, quedaba por verse cómo iba a ser la reacción de los hinchas.

Y a diferencia de lo sucedido en otros encuentros, la gente despidió al equipo a puro aliento. Asumiendo la crítica situación que atraviesa Almirante, pero reconociendo el esfuerzo hecho por los jugadores.

El tema es que ni la mejora del equipo, ni los aplausos de la hinchada entregan puntos. Y eso es lo que necesita Brown de manera imperiosa. Por eso, en la próxima fecha visitará a Chaco For Ever con la urgencia de cortar la racha de cuatro derrotas al hilo que viene sufriendo. Y para que eso ocurra, no alcanzará solamente con correr y dejar el alma en cada pelota. Tendrá que jugar mejor todavía. Y lograr que alguien meta la pelotita adentro del arco rival.