Enfermería y territorio: cómo establecer mejores vínculos con la comunidad local

Un programa de investigación de la Licenciatura en Enfermería del Departamento de Ciencias de la Salud desarrolla líneas de estudio vinculadas con problemáticas de la comunidad matancera. Salud sexual y reproductiva, materno-infantil, embarazo y fecundidad adolescente y Atención Primaria de la Salud son algunos de los ejes en que se enfoca el programa.

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Desde sus inicios, las carreras del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) se propusieron establecer un fuerte vínculo con la comunidad local para fortalecer y potenciar el diálogo con el territorio en que se encuentra inserta. En ese marco, desde 2013, la Licenciatura en Enfermería de la UNLaM inició un programa de investigación concentrado en articular la ciencia con las demandas territoriales.

“En una primera etapa, en 2013, las demandas más relevantes se vinculaban con la salud materno -infantil, por lo que se desarrollaron proyectos de investigación y tesis de grado vinculados con temáticas como salud materno-infantil, salud sexual-reproductiva y salud sexual y reproductiva con perspectiva de género”, explica Fernando Proto Gutiérrez, docente e investigador del Departamento de Ciencias de la Salud y coordinador del programa.

En 2018, se dio un proceso de revisión, se rediseñó el programa para incluir más ejes de las ciencias del cuidado, con tres líneas principales de investigación: bioética del cuidado, salud materno-infantil y atención primaria de la salud. De esta manera, se resignificó el norte a seguir. “Hay que tener en cuenta que la enfermería no educa o promociona la salud de un modo unidireccional, sino que busca lograr autonomía en la comunidad para que esta logre generar sus propias estrategias de autocuidado”, aclara Proto Gutiérrez, quien además es filósofo y magíster en Comunicación.

Nuevas definiciones de la salud

El coordinador de este programa explica que, de acuerdo a las nuevas visiones sobre la salud, el conjunto de creencias, hábitos o normas sociales, sean estas tácitas o explícitas, determinan lo que significa estar sano o enfermo. “En ese contexto, la definición de salud depende de los consensos o disensos que respetan e integran las múltiples determinaciones de la comunidad, lo que contribuye a construir un sentido plural y situado de salud en el territorio”, afirma Proto Gutiérrez.

"La enfermería no educa o promociona la salud de un modo unidireccional, sino que busca lograr autonomía en la comunidad para que esta logre generar sus propias estrategias de autocuidado”, explica Proto Gutiérrez. Fuente imagen: gentileza investigador.

Teniendo en cuenta estas definiciones, desde el Departamento de Salud realizan, todos los años, un mapeo de la situación epidemiológica para analizar el estado de situación de salud de las tres subregiones sanitarias de La Matanza, las patologías prevalentes, la gestión local y general del sistema de salud y los cambios respecto a las prácticas de cuidado que realiza la comunidad. El Programa, explicó además el docente e investigador, se adecuó para estar en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 establecidos por la ONU.

Conceptos que se transforman con el tiempo

A lo largo del tiempo, el concepto de salud y de enfermedad se han transformado. Una visión, la más extendida, plantea a la salud desde un discurso biomédico, hegemónico y mercantilista: la enfermedad obedece a una disfunción o deformación del cuerpo o de la mente y se presenta una perspectiva hospital-céntrica como espacio de separación entre lo “normal” y lo “anormal”. “En muchos casos, es la visión que sigue imperando. Comúnmente, la salud es definida como ‘el máximo estado de bienestar biopsicosocial posible’”, aclara Proto Gutiérrez. Otras perspectivas contemplan a la salud como un derecho que se alcanza con políticas comunitarias de cuidado.

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