Ciudad Evita: tensión vecinal por toma de tierras

Cerca de 500 personas del barrio 22 de Enero tomaron parte del predio de la Reserva Natural de esa localidad, y los habitantes de la zona se oponen. De forma paralela, el obispo de San Justo y los sacerdotes de barriadas populares hicieron valoraciones al respecto.

Continúan los momentos de tensión en parte del predio de la Reserva Ecológica de Ciudad Evita, a raíz de que, el miércoles pasado, unos 500 vecinos del barrio 22 de Enero y otras barriadas de la zona tomaron parte de los terrenos ubicados en la calle El Pindo y La Mulita. Ante esa situación, concurrió personal policial bonaerense y distrital, y se abrió una causa judicial. La investigación está a cargo del fiscal Fernando Garate, de la UFIJ N° 1 de Gregorio de Laferrere.

En ese contexto, en la tarde y noche del miércoles se negoció y se labró un acta en la Comisaría de Ciudad Evita y, según supo El1 Digital, allí se determinó conformar una mesa de diálogo integrada por los vecinos que ocuparon el predio y otros actores, además de fijar el desalojo provisorio del lugar. Sin embargo, este jueves, un grupo regresó al predio y procedió a demarcar algunas parcelas.

En este contexto, quedaron expuestas dos posiciones en cuento a la toma: por un lado, la de frentistas del “Ciudad Evita histórico”, que remarcan, entre otros puntos, que los terrenos de la Reserva están protegidos por una ordenanza municipal, además de señalar el daño ecológico que produciría a la zona la ocupación de esos terrenos, entre otros puntos; por el otro, vecinos del barrio 22 de Enero y otras barriadas humildes de la zona que ponen sobre la mesa la necesidad de acceder a viviendas dignas en terrenos que consideran ociosos.

En este sentido, aunque sacerdotes católicos de la zona formaron parte de las negociaciones, curas de barrios populares de la Diócesis de San Justo salieron este jueves, mediante un comunicado, a rechazar las acusaciones de haber, presuntamente, alentado la toma de tierras. El obispo de San Justo, Eduardo García, también se expresó públicamente en esa línea.

En comunicación con El1 Digital, Walter Waimann, vecino de Ciudad Evita e integrante del Consejo de Seguridad Ciudad Evita Unida, que, entre otras vías, se mantienen interconectados vía WhatsApp, puso sobre la mesa una de las posiciones. “Esas tierras son una Reserva Natural. Hay una ordenanza, la 24.247, que declaró esas tierras como Reserva Natural de Ciudad Evita. Conforma un afluente de agua para desagotar las lluvias y lo que se genera en la ciudad”, argumentó. “Si esta gente arma el barrio allí, va a haber toda una zona donde se va a inundar, donde los mismos que van a vivir van a estar bajo agua, porque es una pendiente”, planteó.

El vecino también adelantó que se está organizando una campaña de recolección de firmas para evitar la toma. “Incluso, nos paraba gente, nos han preguntado, dónde era la venta de terrenos. O sea, hay todo un negociado y hay gente que ofreció vender los terrenos que está tomando ahí”, acusó Waimann.

La posición de la Diócesis de San Justo

En redes sociales, circularon acusaciones contra sacerdotes de barrios populares matanceros, acusándolos de alentar la toma. En un comunicado, los religiosos católicos manifestaron: “Los 'curas en barriadas matanceras’ de las villas y asentamientos de la Diócesis de San Justo, junto a nuestro Obispo, expresamos que no instigamos ni organizamos tomas de tierras. Somos simplemente curas que estamos al lado de nuestros vecinos y vecinas que legítimamente reclaman el derecho a tierras y viviendas dignas”.

“Una vez más, expresamos que es una vergüenza que existan terrenos abandonados y convertidos en basurales junto a barrios populares en los que conviven hacinadas hasta tres familias en un mismo terreno de diez por 20 metros, con viviendas precarias, sin acceso al agua potable y al servicio cloacal. A esto se le suman las personas que además, deben alquilar piezas y casas en estos barrios. Hoy, esos alquileres se caen y las familias quedan en la calle al tiempo que se nos dice ‘quédate en casa’ para prevenir el COVID-19”, plantearon.

“También expresamos nuestro total repudio a los inescrupulosos oportunistas que aprovechan estos legítimos reclamos para realizar negocios turbios. La tierra es para quien la necesita y no tiene medios para adquirirla, no para quienes pretenden lucrar con la necesidad de los pobres” remarcaron. E invitaron: “Desde la cultura del encuentro a la que nos convoca el Papa Francisco, proponemos una mesa de diálogo donde el Estado en todos sus niveles, los vecinos y vecinas, las Iglesias y las organizaciones sociales puedan encontrar una solución integral y accesible al problema del hábitat en nuestro distrito”.

El comunicado, presentado como “Curas en barriadas de la Diócesis de San Justo (La Matanza)”, está encabezado por el nombre del obispo Eduardo García, seguido por once sacerdotes de barrios vulnerables matanceros como Barrio Almafuerte, Barrio Villa Las Antenas, Barrio Villa Madero, barrios 17 de Marzo, San Petersburgo, 17 Bis y Puerta de Hierro, Barrio Juan Manuel de Rosas y Barrio Vicente López, entre otros.

El obispo García también realizó aclaraciones

El obispo de San Justo, Eduardo García, también fijó posición, vía YouTube. “A partir de un video que anda circulando y que quiere vincular maliciosamente la bendición realizada el Viernes Santo del año 2019 con los hechos que acontecieron ayer en el Barrio 22 de Enero, donde unos vecinos y algunos aprovechados avanzaron sobre unas tierras o, mejor dicho, sobre unos basurales, lo primero que quiero decirles es que los curas que trabajan en las barriadas más vulnerables de nuestra Diócesis no organizan tomas, como algunos andan diciendo”, manifestó.

“Sí acompañan el camino de búsqueda de vida y de dignidad de los vecinos. La historia es testigo: desde la organización de Palito hace muchos años, el trabajo que se hace en Colonia Mi Esperanza, más recientemente en el Polideportivo San José, la Escuela San José, el Colegio Papa Francisco en Puerta de Hierra, que se han hecho todos conforme a la ley y con cesión de tierras, ya sea por la Provincia o por el Estado (Nacional) con papeles que lo avalan”, remarcó.

“En el caso de 22 de Enero, los curas han acompañado la iniciativa de la creación de un comedor, por los mismos vecinos, que yo he ido a bendecir para poder responder en este momento a la necesidad de muchos vecinos. Y sin han estado presentes en estos hechos, que no son nuevos, ha sido como mediadores, y tratando de que los desalojos, muchas veces inevitables, se produzcan sin hechos de violencia”, aclaró. “Estos hechos no son nuevos, y junto con las necesidades de los vecinos se encuentran muchos que los utilizan como punta de lanza, y que una vez que los terrenos están ocupados, los desalojan, e inescrupulosamente los venden ante la vista gorda de muchos”, enfatizó.

“Decir que los curas, que en este momento se ha puesto al hombro la pandemia y el hambre en nuestros barrios, son los organizadores de las tomas, es desviar la mirada del problema verdadero. ¿Cuál es el problema? Por un lado, el negociado, que se viene haciendo sobre estas tierras. Y por otro lado, la necesidad de los vecinos, que contemplan estas tierras ociosas y basurales delante de sus narices”, describió. Y concluyó: “Como Diócesis, queremos seguir trabajando, como dice el Papa, por la Tierra, el Techo y el Trabajo para todos, y lo haremos en unidad, en verdad, y según los caminos que la sociedad nos va marcando y que creemos que son los más justos, necesarios y aquellos que tenemos que realizar”.