Depresión blanca: cómo sobrellevar la tristeza y la ansiedad en las Fiestas

En comunicación con Radio Universidad, el psicólogo y psicoterapeuta Alberto Sánchez se refirió a la idealización y el decaimiento emocional en los últimos días del año.

Por Alberto Sánchez*

Toda fiesta que socialmente tenga ciertas significaciones moviliza, hace que sobrepensemos algunas cuestiones, y los estados de ánimo son variados. Una característica del ser humano es la capacidad de idealizar, ya sea un equipo de fútbol, un partido político o un determinado momento del año, tal como la Navidad y el Año Nuevo.

Lo que ocurre es que, muchas veces, las idealizaciones son seguidas por ciertas frustraciones si es que acontece algo que va en contra de lo idealizado: en ese momento es cuando aparece el decaimiento y la depresión blanca. Especialmente en las Fiestas, es importante no quedarse solo sintiendo ese vacío, esa tristeza o nostalgia. Pero, en el caso de que por circunstancias de la vida uno deba quedarse solo, hay que recurrir a cualquier tipo de medio de comunicación para dar y recibir afecto, por más mínimo que sea.

En el caso de la depresión blanca, o blues de Navidad, los síntomas principales son cierta tristeza en la mirada: uno le habla a la persona y nota que está distraída y cabizbaja; podemos notar que aquellos conocidos que suelen hablar mucho, ahora son de pocas palabras y los pocos comentarios que hacen son de índole triste.

Cuando el sentimiento de impotencia es excesivo, es necesario que amigos y familiares de la persona en cuestión estén atentos: pueden ser cambios muy sutiles pero, en realidad, puede estar atravesando muchas cosas. Son como un iceberg: en la superficie del mar se lo ve pequeño, pero abajo es mucho más grande.

Estos pequeños signos, que se pueden sostener a lo largo del tiempo, quizás no estén indicando una depresión, pero sí el comienzo de un bajón anímico importante que, junto a otros factores, pueden hacer que en el mediano plazo la persona tenga serios problemas. Esto no se trata de una terapia larguísima, sino que a veces con una o dos entrevistas ya se puede detectar cómo está la persona y ayudarla a salir de ese momento.

*Psicólogo y psicoterapeuta