La muerte de Silvina Luna y las operaciones sin protocolos: “No es un caso aislado”, alertó un cirujano plástico

Hernán Aguilar, subjefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Italiano de Buenos Aires, analizó las consecuencias de llevar a cabo estas operaciones sin rigor científico.

En comunicación con UNLaM TV, Hernán Aguilar, subjefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Italiano de Buenos Aires, analizó las consecuencias de llevar a cabo cirugías plásticas sin los protocolos necesarios, tras conocerse el fallecimiento de la actriz, modelo y exintegrante de Gran Hermano, Silvina Luna.

“Lo que ella tenía era un cuerpo extraño, equis material que obviamente, como todo lo que uno mete dentro del cuerpo, viene al cuerpo y lo aísla del sistema. Una prótesis de mama, una prótesis de cadera, un marcapaso, una astilla. Todo el cuerpo viene y lo aísla”, explicó. “El tema es cuando meto cosas que son raras al cuerpo y el cuerpo reacciona todo el tiempo queriendo aislarlas y destruirlas. Ahí es cuando el cuerpo, con esa reacción exagerada, empieza a provocar una estructura mucho más gruesa y dura de lo que tiene que provocar alrededor de ese cuerpo extraño. Y eso se empieza a calcificar, a llenar de calcio, produciendo un cuerpo calcificado”, señaló Aguilar.

“Ese calcio, a medida que va pasando el tiempo, empieza a ir a la sangre. Y ese calcio que pasa a la sangre empieza a precipitar, es decir, a depositarse en diferentes órganos: en el riñón, en el corazón, en el hígado y demás. Obviamente, provocando una alteración de la función renal, una alteración de la función cardíaca, alteraciones de funciones de diferentes órganos donde se van depositando este material”, amplió.

“No es un caso aislado”

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Asimismo, Aguilar señaló que lo ocurrido con Silvina Luna no es un hecho aislado: “Lamentablemente, hay muchas pacientes con estas situaciones, de diferentes cuerpos extraños. ¿Dónde se colocan esos materiales? Hay gente que, si bien puede ser médico o tiene otras profesiones, no se basa en el rigor científico, no se basa en protocolos. No contemplan la ética, la formación ni los recursos necesarios para hacer buenas prácticas”.

“Hay un gran pool de gente que se maneja en un circuito paralelo a esto. Ahí está el problema: el paciente muchas veces no sabe discernir en qué mundo se mete: si en el mundo científicamente avalado o en el mundo no científicamente avalado. Entonces, ahí es donde hay que tener cuidado. ¿Es malo hacerse una cirugía estética? No. Es bueno hacérsela en los lugares como corresponde, con la bioseguridad que corresponde, con los médicos profesionales certificados que corresponde, como es el cirujano plástico”, concluyó.