Internos de la Unidad Penal N° 43 de González Catán elaboraron sillas de madera para un jardín de infantes

La iniciativa solidaria surgió en el marco del taller de carpintería “Vamos por más”, impulsado por personas privadas de su libertad dentro de la Unidad Penal matancera.

En el marco del taller “Vamos por más”, un espacio de carpintería autogestionado que surgió del interés propio de los internos de la Unidad Penal N° 43 de González Catán, los reclusos impulsaron una iniciativa solidaria.

Con el apoyo del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, los integrantes del taller elaboraron y entregaron 50 sillas para el Jardín de Infantes 932 “María Elena Walsh” de la localidad de Pilar, junto con diez sillas de bebé para la sala maternal de la misma institución.

El taller es el resultado de la acción mancomunada entre los internos, el personal penitenciario y las asociaciones civiles que se acercan a la institución penitenciaria a través de sus referentes. Allí, los privados de la libertad aprenden y ponen en práctica el tradicional oficio de trabajar la madera para colaborar con la comunidad.

“El espacio se enmarca en el Decreto 530/20, dispuesto y aplicado en el tratamiento del Servicio Penitenciario Bonaerense. Se contempla esta actividad y permite que personas privadas de la libertad sean ‘capacitadoras’ de otras”, explicó a El1 Romina Gayol, integrante de la Dirección de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Jefatura del Servicio Penitenciario Bonaerense.

Capacitaciones dentro de la Unidad Penal

El taller “Vamos por más”, integrado por 20 internos, lo supervisa el Jefe de Talleres de la Unidad Penal N° 43. Lo dicta una persona privada de su libertad con conocimientos suficientes para formar a sus compañeros en un determinado oficio, en este caso, carpintería.

Seguí leyendo...

El espacio depende de la Dirección de Promoción e Inclusión Sociolaboral del Servicio Penitenciario Bonaerense. Dicha área nuclea las capacitaciones no formales en las que los privados de la libertad no solo incorporan herramientas para integrarse en el mundo laboral, sino que hacen un aporte a la comunidad desde lo solidario.

“Tanto el material como las herramientas las donan los familiares, las instituciones o entidades beneficiarias que ayudan a conseguir lo necesario. Mientras tanto, los internos aportan su mano de obra con un objetivo claro: ayudar a los que lo necesitan”, destacó Gayol.

Por su parte, Luis, uno de los internos de la Unidad Penal N° 43, destacó los trabajos realizados en el taller de carpintería. “Estoy detenido hace mucho, y no había aprendido tanto como lo hice en este último tiempo”, celebró.

Asimismo, consideró que gracias a su labor en el taller, puede incorporar nuevas herramientas para encaminar su vida. “Aprendí lo que es la labor, la camaradería, a coordinar las actividades de los talleres y poder integrar al servicio penitenciario con nosotros y con los civiles”, agregó.

En la entrega de sillas y mobiliario estuvieron presentes la vicedirectora del Jardín, Analía Rodríguez; el director de la Unidad Penal N° 43, Néstor Gómez; los subdirectores Rodrigo Del Pozo, Mariano Estanga y Ezequiel Mengarelli; el jefe de penal Gabriel Merayo, y los subjefes Rodrigo Coronel y Hernán Guzmán.