¿Cómo se ordenan las candidaturas en la provincia de Buenos Aires?

El sociólogo, docente y consultor Manuel Zunino analiza los resultados que arrojó la encuesta electoral realizada por el Observatorio Social de la UNLaM.

Por Manuel Zunino*

El escenario electoral en la provincia de Buenos Aires presenta niveles de confrontación interna relativamente bajos en las principales coaliciones y refleja bastante certeza respecto a la definición de candidaturas tanto en el oficialismo como en la oposición.

No es novedad que la elección en la provincia de Buenos Aires tiene una importancia nodal en términos estadísticos, ya que representa el 38 por ciento del padrón electoral a nivel nacional. Probablemente esa sea la razón por la cual se impone un bajo nivel de conflicto por la definición de candidaturas al interior del oficialismo. En este sentido, existe un consenso muy claro al respecto: el Frente de Todos tiene que cuidar la provincia de Buenos Aires y, por lo tanto, el candidato a Gobernador debe ser el que mejor mida.

De acuerdo a los resultados del último estudio que realizamos desde el Observatorio Social de la Universidad de La Matanza (UNLaM), Axel Kicillof ordena el juego en la Provincia ya que se impone con contundencia en un escenario de internas, superando por más de 25 puntos a sus posibles competidores, sin dejar lugar a especulaciones.

De la vereda opuesta, Diego Santilli es el que candidato más competitivo en Juntos, pero no logra acercarse a los niveles que obtuvo su espacio en las últimas elecciones. Su lugar en la expectativa de los votantes bonaerenses no queda claro, su identidad es difusa y su nivel de conocimiento relativamente bajo. Por otra parte, a diferencia del Gobernador Kicillof, su nombre mide mucho menos que su sello.

En términos porcentuales, hoy el Frente de Todos tiene un piso de intención de voto de 36,5 por ciento, de los cuales un 29,8 por ciento acumula Kicillof. Mientras que en Juntos suman 20,3 por ciento y quien mayor caudal electoral aporta es Santilli con 12,7 por ciento.

Pero, a diferencia de las últimas elecciones, se espera un escenario con niveles de polarización menos acentuados. El fenómeno libertario logró instalarse en la Provincia y hacerse de un volumen importante de intención de voto, tanto bajo las figuras de Javier Milei y José Luis Espert como con la sorpresiva candidatura de Fernando Burlando.

En una disputa a gobernador, Burlando obtendría hoy un piso de 10,7 por ciento y Espert un 6,8 por ciento, lo que representa un problema para Juntos. El voto de estos sectores proviene en mayor medida de exvotantes de Mauricio Macri, que hoy están desconformes con las opciones que presentan las dos grandes coaliciones. En definitiva, el espacio de los libertarios en sus distintas expresiones divide el voto opositor y atrapa el descontento con el Frente de Todos, evitando que crucen de vereda.

Esta es la foto del punto de partida de la carrera electoral en la provincia de Buenos Aires. El oficialismo, con Kicillof a la cabeza, comienza con una ventaja que tendrá que cuidar y estará atada tanto al desarrollo de su gestión como a la evolución de la situación socioeconómica de los bonaerenses.

*Sociólogo, docente y miembro del Observatorio Social de la UNLaM.